En esta ocasión quiero recomendarte un manual muy rápido de leer sobre los riesgos laborales relacionados con el mantenimiento.
Es un tema del que no suelo hablar, pero que es enormemente importante, porque un error o la falta de cuidado puede costarte muy caro.
Se trata de una publicación del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo:
Ver documento “Mantenimiento: exposición y consecuencias”
Seguro que te ayuda a tener en cuenta los riesgos a los que nos enfrentamos a diario, y quizás por la costumbre vamos aumentando la confianza, lo que nos puede hacer bajar la guardia.
En una formación que recibí sobre riesgos laborales, me quedó muy marcada la idea de que un accidente se produce por una cadena de riesgos.
Raramente se produce un daño por una causa puntual
Si te paras a pensarlo, cuando tienes un accidente, por leve que sea, lo primero que haces es arrepentirte de no haber tenido más cuidado, de no haber usado alguna medida de protección, de no haber quitado el enchufe…
Cualquier medida podría haber evitado el daño, o al menos reducirlo.
En ese momento ya no estás a tiempo de prevenir nada, ya es tarde para tomar cualquier medida preventiva.
Seguramente harás algo para evitar que se vuelva a repetir.
Si antes de empezar cualquier trabajo haces una visualización mental de los posibles accidentes que se podrían producir, te harás una idea rápida de cómo minimizar los riesgos.
No se trata de ser catastrofista, simplemente hay que ponerse en el peor de los casos, para elegir las medidas sencillas que eviten que se encadenen las situaciones que llevarían a un posible accidente.
Normalmente se tiene más cuidado cuando los daños potenciales son mayores
No hay más que ver en YouTube vídeos sobre arcos eléctricos y explosiones en cuadros o transformadores.
Los operarios suelen llevar ropa aislante, máscaras o gafas protectoras, usan pértigas o herramientas aisladas…
Pero cuando estamos sentados reparando una sencilla placa electrónica podemos ser demasiado confiados, y llevarnos una buena descarga eléctrica, o una quemadura con el soldador.
Normalmente, la persona que presta atención a su seguridad trabajando en una mesa, tampoco tiene problemas cuando trabaja en circunstancias de riesgos mayores, y viceversa.
Por eso no está de más acostumbrarnos a trabajar con cuidado siempre, para fomentar el hábito y así aplicar las medidas preventivas de forma natural.
Cuando veo a una persona que trabaja sin cuidado, porque aparentemente lo que está haciendo no tiene demasiado riesgo, pienso en que nunca le contrataría.
Porque demuestra que no tiene el hábito adquirido, y nadie quiere trabajar con personas que antes o después sufrirán o provocarán un accidente.
Es un tema que da para muchos debates, así que espero tu comentario aquí debajo.
Descarga el manual y léelo tranquilamente.
Solo te llevará un rato, y te ayudará a repasar conceptos que seguramente ya sabes, pero no está de más refrescarlos, para que estén siempre presentes.
Trabaja seguro, que quiero tenerte por aquí durante muchos años.
Ver documento “Mantenimiento: exposición y consecuencias”
Cuando termines de leerlo, no olvides pasarte por aquí y dejar tu comentario.
¿Alguna vez has tenido un accidente?
¿Crees que podrías haberlo evitado o reducir las consecuencias si lo hubieses pensado antes?
¿Has conocido a alguna persona que viva continuamente “acariciando el riesgo”?
Cuenta, cuenta…
Domingo Dominguez dice
Pensé, al igual que tu seguramente, que habria mas entradas en este tema, pero lamentablemente ya veo que no es de mucho interes.
Despues de años metido en el mundo industrial, desde refineria, petroleros, panificadoras, cafe, plasticos….y todo lo que se te ocurra. Ahora como trabajador por cuenta ajena, y jefe de mantenimiento, el año pasado, revisando burocracia con el jefe de personal, sobre todo para la gestio de las ISO, me ha dejado claro que en mi puesto de trabajo y mi contrato, esta implicito que soy el responsable PENAL, ante negligencias tecnicas y accidendes por falta de seguridad en mis maquinas.
Esto te pone muchas veces entre la espada y la pared, ya que muchas averias, son precisamente las protecciones de seguridad de las maquinas.
Por un lado tienes al gerente, que no quiere que la maquina pare, y a lo mejor el fallo es simplemente el interruptor de seguridad de una de las puertas y esto te para la maquina. Pero el hecho de puentearlo, como se que hemos hecho mas de uno, ya nos pone en una situacion ” legalmente comprometida”.
Por otro lado es dificil hacerle entender muchas veces al propietario, el costo de las medidas de seguridad, las cuales casi todas suelen ser redundantes, con pertinentes homologaciones por escrito y principalmente caras.
A lo largo de mi vida he visto muchos accidentes, algunos mas graves que otros, y he visto culpar a muchos tecnicos por negligencias que se han visto obligados a realizar por la presion ejercida sobre ellos.
Afortunadamente la situacion ya ha cambiado y en las empresas, la seguridad en la maquinaria empieza a tomarse en serio.
Eugenio Nieto dice
Es cierto Domingo.
A veces no damos la importancia hasta que sucede alguna desgracia.
Por eso debemos defender nuestra profesionalidad antes que ceder ante presiones temporales.
De hecho, lo normal es que cuando un jefe presiona en una situación puntual, una vez que todo se calma suele valorar positivamente nuestra actitud al no dejarnos llevar por la presión.
Y si el jefe no valora la seguridad, tampoco nos interesa trabajar para él.
Al fin y al cabo, si nos rompemos un hueso, nos duele a nosotros, y la peor parte siempre se la lleva quien ha sufrido el daño.
Desgraciadamente, hay muchos casos de personas que por “darlo todo por la empresa” sufrieron un accidente que les dejó secuelas de las que nadie se ha hecho responsable.
Lo primero es la seguridad, y después todo lo demás.
Saludos
francisco fernando dice
si no trabajas con seguridad,no eres buen profesional
Eugenio Nieto dice
Estoy de acuerdo