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Encuentra la formación, recursos o ideas que necesitas sobre el tema que más te interese dentro del mundo de la reparación electrónica y el mantenimiento industrial.
Aprende los conocimientos que más se aplican en reparaciones
Fidestec es la escuela donde aprendes conocimientos útiles, que se aplican constantemente en reparaciones reales.
Toda la información teórica está enfocada a que tengas más recursos para resolver averías con más facilidad.
No tienes que aprender a diseñar o calcular las máquinas que ya están funcionando, así puedes enfocarte en la reparación.
¿Cómo puedo reparar averías con facilidad?
Que nadie te engañe.
Reparar no es fácil.
No puedes partir desde cero, leer un libro o seguir un curso de ocho horas y estar preparado para reparar cualquier avería.
La reparación electrónica no es como cambiar la pila a un reloj, no se aprende una vez para repetir siempre los mismos pasos.
Si lo tienes claro estás en el lugar correcto.
Cada avería es distinta.
Para reparar con eficacia necesitas conocimiento, experiencia y estrategias de diagnóstico.
Aunque acortas el camino adquiriendo los conocimientos que más veces usas al reparar.
Cuando te enfrentas a una avería, lo habitual es encontrarte (casi) siempre los mismos componentes y sistemas.
Podrías aprender los detalles y cálculos habidos y por haber, y en la práctica solo usarías una pequeña parte de ese infinito conocimiento.
Conoce a fondo las herramientas, técnicas y conocimientos que sirven para tus reparaciones habituales.
Aprovecha ese conocimiento una y otra vez.
Dedicar unos minutos a aprender algo que te ahorra muchas horas de trabajo es necesario para mejorar como técnico de reparación.
Aprende una vez y repara mil
En las escuelas de formación profesional y universidades, puedes estudiar cómo se diseñan las máquinas y sus circuitos eléctricos y electrónicos.
Para reparar máquinas no necesitas repetir los cálculos que hicieron sus diseñadores.
Necesitas saber cómo funcionan sus partes, por supuesto.
En Fidestec aprendes ese tipo de conocimiento.
Sistemas
Cada máquina está compuesta por distintos sistemas.
Aunque cada modelo de máquina es único, los sistemas suelen repetirse.
Por eso es mejor conocerlos y aprender a repararlos, en vez de centrarte en una marca o modelo de equipo.
Empieza por conocer el funcionamiento de los sistemas más comunes, como las fuentes de alimentación conmutadas.
Estos sistemas, que además de ser muy comunes son el centro de muchas averías, deben centrar toda tu atención.
Así aplicarás este conocimiento en muchas más averías, demostrando que estás invirtiendo bien tu tiempo y energía, resolviendo averías que antes no podías, o te llevaban demasiado tiempo.
Componentes
Muchos componentes forman parte de la mayoría de placas electrónicas.
Si no los conoces bien, te costará mucho diagnosticar y resolver averías.
Cuando los conoces a fondo, entiendes mucho más rápido cómo se relacionan con el resto, y qué función concreta cumplen.
Así te haces una idea rápida de cómo funciona la placa, las corrientes o señales que se mueven.
Podrás medir en el punto apropiado y saber si el valor medido es el correcto o no.
Conoce bien los componentes electrónicos más comunes, como las resistencias o las bobinas.
Técnicas
También técnicas potentes que aplicarás de forma intuitiva, como la ingeniería inversa.
La teoría esencial para reparar
Hay un conocimiento enorme a un solo clic de distancia.
Puedes encontrar cualquier dato en internet.
Esa información no es suficiente.
Para reparar hay que pensar.
Las averías que más se repiten suelen estar publicadas en algún foro, vídeo o blog.
Es fácil buscar información sobre una avería que ha resuelto alguien y ha compartido los pasos.
Un buen técnico no solo repara las averías más sencillas.
Debes ser capaz de solucionar los problemas de las máquinas sin tutoriales, esquemas ni manuales.
Parece complicado, aunque eres capaz.
Aprende la teoría esencial aplicable a la reparación, para no perder tiempo en conocimientos que aunque sean válidos en otros sectores no usarás prácticamente nunca.
La mayoría de máquinas que no conoces están formadas por elementos sencillos que conoces bien.
Solo debes analizar cómo se relacionan las distintas partes para entender cómo funcionan en equipo.
Esto te abre las puertas para encontrar y reparar los daños y las causas de las averías.
Conocer las causas de las averías es clave
Una reparación no termina cuando el equipo averiado vuelve a funcionar.
Debes entender por qué ha fallado esa máquina o esa placa electrónica.
Así evitas que esa misma avería se repita en poco tiempo.
Pocos técnicos hacen esta investigación en todas sus reparaciones.
Tú debes hacerlo siempre que sea viable.
Sé mejor técnico.
Eso te garantiza reconocimiento, lo que significa clientes o jefes más contentos.
Un técnico bien valorado ofrece soluciones definitivas a problemas que antes se repetían.
Organiza tu trabajo y la información para prevenir y resolver averías
En cada reparación aprendes.
Investigas, observas y experimentas con el equipo que tienes delante.
Procesas muchos datos, la mayoría sin darte ni cuenta.
Cuando eres capaz de documentar y procesar esos datos obtienes información valiosa.
Ese conocimiento ordenado y accesible te facilita reparar averías similares en el futuro.
También te ofrece información para adelantarte a nuevos problemas técnicos.
Planea y actúa para prevenir nuevas averías, o reducir su impacto.
Gestionar toda esa información es fácil cuando tienes las herramientas y hábitos necesarios.
Al empezar en el mundo de la reparación cuesta ser consciente de esa importancia.
Es cuando empiezas a sacar provecho de toda esa información recopilada, cuando te das cuenta de el enorme valor acumulado.
Acumula una cantidad enorme de conocimiento sin guardar todos esos datos en tu cabeza.
Usa correctamente tus herramientas
Aunque el conocimiento es importante, también lo son las herramientas físicas.
Al fin y al cabo, no puedes reparar máquinas sin usar herramientas más o menos específicas.
A veces es mejor tener pocas herramientas sencillas que sepas usar bien, que tener un taller bien equipado que apenas sabes utilizar.
Por ejemplo, necesitas saber usar los equipos de medida, entendiendo lo que estás midiendo para saber si los valores mostrados son correctos.