Cada vez que me quedo bloqueado durante una reparación, cuando parece que no encuentro opciones para continuar, recuerdo una ocasión en la que el bloqueo desapareció por sí solo.
Yo tenía 19 o 20 años. Tenía mucho pelo, te lo juro. Si me caía un martillo en la cabeza ni me dolía.
En aquella época trabajaba reparando equipos informáticos.
Tenía un PC con una avería, y no era capaz de encontrarla. Había probado todas las opciones que se me habían ocurrido, pero el equipo no llegaba a funcionar correctamente.
Ni siquiera recuerdo cuál era la avería, solo la situación. Mi jefe me había dicho que el equipo debía entregarse al día siguiente.
Pasaban las horas y no era capaz de encontrar la causa de la avería. Quizás la presión de que debía terminar me provocó el bloqueo.
Recuerdo que era ya de noche, bastante tarde, y estaba yo solo en el taller. Todos se había ido a casa hacía un buen rato.
De repente apareció mi jefe recién duchado, repeinado y extraperfumado, que antes de irse de fiesta pensó que yo era capaz de estar todavía peleándome con el PC.
Me echó la bronca por quedarme hasta tan tarde, y yo le dije que debía terminar el equipo antes de irme. Me dijo que me fuera a casa y continuase al día siguiente.
Así lo hice, y a la mañana siguiente me bastaron unos pocos minutos para encontrar la avería y dejar el equipo en perfecto estado.
No entendía por qué no había sido capaz de encontrar el problema el día anterior y, lo más extraño, cómo lo había deducido tan rápido al volver al trabajo.
El cerebro debe desfragmentarse
No sé si a ti te ha ocurrido alguna vez algo parecido.
Seguramente, en aquella ocasión, todos los datos que había ido acumulando en mi cabeza durante el día estaban desordenados.
Posiblemente estuviese probando lo mismo varias veces, y no supe ver otras opciones.
Al dormir, el cerebro repasa los recuerdos del día, y los reorganiza. No sé si es en ese momento cuando se envían a la memoria temporal, a la permanente, al subconsciente, o a las uñas del pie.
No entiendo de neurología, pero sí sé que el cerebro se desfragmenta, por lo menos el mío.
La desfragmentación, tal como la conocemos en los sistemas operativos, es la reorganización de los fragmentos de datos, para unir los que forman parte del mismo documento, y que sea más fácil y rápido el acceso.
No sé si a ti te pasará igual, o soy un bicho raro. Cuando me despierto, a veces repaso los sueños, porque pueden llegar a ser muy abstractos.
Muchas veces reconozco recuerdos del día anterior que se han ido mezclando en el sueño, creando una especie de película sin argumento lógico.
Interpreto que el cerebro ha repasado esos recuerdos, y quizás el sueño era simplemente una forma ordenarlos, y también seleccionar los que vale la pena almacenar y los que deben irse perdiendo.
La cuestión es que cuando algo no me funciona y no encuentro la explicación, al día siguiente lo veo más claro.
No digas al cliente que te vas a dormir
Imagina que cuando estás con una avería le dices a tu cliente que te vas a casa a dormir, porque necesitas desfragmentar el cerebro.
Sobre todo si se trata de una máquina que ha dejado de producir, seguro que no le hace mucha gracia. Más aún si son las diez de la mañana.
Seguramente tu cliente piense que estás tomando algún tipo de droga, o que llevas demasiado tiempo respirando vapores tóxicos de alguna máquina.
Tampoco es necesario desfragmentarse cada media hora.
Por suerte, hay técnicas y trucos que ayudan.
Yo utilizo una técnica siempre que puedo, que me hace parecer muy friki, pero funciona, y además te hace quedar bien con el cliente.
¿Quieres conocerla?
Habla con alguien, con algo, o cómprate un gato
Bueno, tampoco es necesario que lleves a tu gato en la caja de herramientas.
Se trata de algo muy sencillo: simplemente explica a tu cliente lo que sabes de la avería y dónde te has atascado.
No importa que no entienda muy bien lo que le estás diciendo. Al fin y al cabo, si no es técnico, no tiene por qué saberlo.
Lo verdaderamente importante es que intentes explicarlo de forma ordenada y lógica.
Al hacerlo, estás obligándote a ordenar la información para que pueda ser procesada correctamente.
En cierto modo te estás desfragmentando.
Muchas veces he ido explicando al cliente todos los pasos que he dado, y los aspectos que no me resultan lógicos, donde me he quedado bloqueado.
Casi sin darme cuenta, surgen explicaciones e ideas que no me había planteado antes.
De hecho, alguna vez estaba explicando al cliente que no podría reparar la avería, cuando me ha venido la inspiración y la he resuelto en unos minutos.
Puede parecerte algo esotérico, pero te aseguro que funciona.
Al menos no pierdes nada por intentarlo.
Explicar lo que estás haciendo al cliente te ayudará a demostrarle que eres digno de confianza, porque por un lado te muestras humilde, y por otro no intentas ocultarle información, como un mago que nunca revela su truco para no hundir el negocio.
Si no tienes al cliente cerca, o no hay nadie que esté dispuesto a escuchar tus lamentos, siempre puedes imaginar que hablas con alguien, incluso en voz alta.
Puede parecer que estás loco, pero eso no es un problema, porque quien te vea seguramente ya lo pensaba antes de verte hablar a las máquinas.
A veces es más fácil todavía, y es suficiente con dejar a la máquina de lado mientras te tomas un café, o te comes el bocadillo.
Alejarte un poco de la avería te ayuda a quitarle importancia, aliviando un poco la presión, y dejando que el cerebro trabaje a su aire.
Y tú ¿con quién hablas?
Seguro que a ti te ha pasado alguna vez, confiesa.
Cuéntame tu historia en los comentarios, sobre todo si es divertida.
Si tienes un gato vivo en tu caja de herramientas, no me lo digas, que no soporto el sufrimiento animal.
Y si tus amigos te han visto hablarle a las máquinas, comparte este artículo en tu Facebook, para que así te entiendan un poco mejor y te acepten tal como eres.
Espero tu comentario.
Eugenio
Guillermo Aguilar dice
Buenos días Eugenio, primero decirte que yo cambiaría la frase por la siguiente: “Vivir para reparar, reparando para vivir”
Luego, decirte que sí, efectivamente, cientos de veces, me he quedado enganchado en reparaciones multidisciplinares, al día siguiente, siempre ha funcionado tu llamada “desfragmentación”, es solo retomar la avería y en poco tiempo después consigues la solución, yo lo he asumido siempre a que amaneces con el cerebro más fresco y ávido a solucionar la falla. Un saludo.
Manuel dice
Totalmente de acuerdo, yo tuve un jefe que me decía que cuando no viese la avería, que me sentase enfrente y me fumase un cigarro mirando a la máquina…. El 80% de las veces encontraba la solución así.
Un saludo Eugenio
Ángel Golbano dice
Hola, pues yo soy técnico en maquinaria de hostelería y frío industrial y como a todos me a pasado lo mismo y me e atascado muchas veces, mi técnica es más o menos lo mismo que hacéis los demás, dejarlo para el día siguiente es mi último recurso, yo lo que suelo hacer es una recogida de herramientas y organización y ponerme a trabajar un rato en otra cosa que tenga cerca y sea fácil para desconectar de la avería difícil y después de una hora o el tiempo necesario vuelvo y empiezo con el diagnóstico desde otro punto de vista. Hablar de la avería nos permite escucharnos a nosotros mismos por lo que rápidamente también nos contestamos y entonces es cuando lo solucionamos. Un saludo a todos.
José dice
Esos atascos neuronales los he vivido en multitud de ocasiones. Yo era el máximo responsable de reparaciones y mantenimiento en un astillero, y cada ve que ocurría una averia fortuita, el cronómetro y los gastos en interferencia de producción empezaban a correr como liebres y por tanto la presión aumentaba exponencialmente. Al cabo de unos años entré a formar parte de una empresa de informática y una de mis responsabilidades era precisamente el Dep. técnico y el taller. Al principio, los técnicos sufrían el sindrome del atasco, hasta que -basado en mi propia experiencia- tomé la determinación de dar la orden de que 30 minutos antes de terminar la jornada (Sin excusas), se recogiera todo, se ordenaran nuevamente las herramientas e instrumental y se limpiaran las mesas de trabajo quedando todo perfectamente ordenado y limpio para el dia siguiente (Me miraban como si fuera un bicho raro). Los mismos técnicos alucinaban, parecía que habia una relación directa entre el desorden de la mesa y el desorden mental. Al día siguiente llegabas a un taller limpio y ordenado y parecía que las idéas fluían con mayor facilidad. Conclusión: Ellos mismos reconocieron que el sistema funcionaba y el taller empezó a mejorar en cuanto a rendimiento, rapidez y eficiencia en resolución, diagnóstico y comunicación entre los miembros del equipo- Importantísimo esto último-. Tanto fué así que hoy en día (Que ya están por otros lares) algunos lo tienen como norma y reconocen que no es lo mísmo tener un jefe que entienda algo del mundo de las reparaciones a tener uno que es solo un “gestor”. Un saludo.
Pablo dice
ESTIMADO EUGENIO:despues de pasar mas de 50 años reparando,tv t odos tenemos atracones en nuestro trabajo, nos han complicado con las nuevas tecnologias deje de trabajar cuando me jubile, pero al principio me alcanzaba el dinero y ahora, he debido de recomenzar. se me ha hecho muy duro por la edad y las ganas………..
Soy Pablo de Cordoba……..Un gran abrazo
Luis dice
Bueno yo trato de perseverar. Me chorrea transpiración por la frente . Me golpeó una y otra vez. Hasta que sale la reparación.
A veces una hamburguesa puede ayudar a la inspiración
Luis
JF Duhamel dice
Buenas tardes a Ustedes,
Por mi parte, en los años 80, tenia que reparar fallas sobre placas de preproducción “no utilizables”. Eran efectivamente fallas bién torcidas. Me di cuenta que era mucho más efectivo trabajar entre la 1:00 y la 8:00 AM, que mi concentración sobre el problema por resolver era mucho más importante que en las horas laborales de la empresa.
Carlos Ramon melendrez leon dice
buenos dias a todossss,eugenio si es cierto lo que dices,yo tambien hablo y demaciado con las maquinas y solo jejejeje agarro unas curas porque hablo en español y disque ruso jajajaja y hablo unas locuras,y como te dije estoy a cargo de mas de 150 pc’s y aparte hay como unos 6 Impresoras y telefonos,maquinas electricas de escribir ,tanto electronico como software y debo resolver cualquier problema y pues hechamos a andar ala velucidad de la luz las neuronas para resolver cualquier problema y que el operador este agusto trabajando.y y si dios quiere voy a tomar entrando el año un curso de Mecatronica. y saliendo del trabajo me voy a trabajar en un puesto de repacion de tv,Estereos Ect…
el chiste a darle para adelante que no nos quedemos atras como va la tecnologia.
Gracias y buen dia a todooooooooooooosssssssssss..
Eugenio Nieto dice
Esa es la actitud, las neuronas rápidas 😀
Saludos
David Perez dice
Excelente, Eugenio. Es bueno saber que hay otro “loco” (al menos uno más) que padece la misma “locura” que yo.
Eugenio Nieto dice
Creo que somos más locos de lo que parece.
Un abrazo David
Rhoderik dice
Este viernes pasado me he quedado un par de horas extra para intentar solucionar un problema con el motor de una puerta automática. Estaba desesperado, ya que era el segundo motor que fallaba en la instalación y decirle por segunda vez al cliente que “debia haber salido mal de la fábrica” no me parecía apropiado. La puerta subía perfectamente (un poco lenta, eso si) pero bajaba con mucho esfuerzo, hasta quedarse bloqueada. Despues de hacer varios recorridos “a mano” y ver que no había atascos o tirones ya no sabía que más hacer. Al llamarme mi compañero para ver cómo me iba, le conté todo lo que había probado. El me dijo “cómo puede ser que el motor anterior, más pequeño tuviese más fuerza…” y ahí se me encendió la bombillita. Mientras funcionó bien el otro motor, estaba alimentado con un alargo, los fallos sólo empezaron tras alimentarlo desde una caja de conexiones cercana. Probé el motor nuevo con el alargo y… ¡¡¡Funcionó perfectamente!!! Me pegué tres horas con el… 😉
Por cierto, me encanta tu blog, lo descubrí esta misma semana 😉
Eugenio Nieto dice
A veces una buena conversación es la mejor herramienta.
Saludos, y bienvenido a la comunidad
Fran dice
Buen articulo, a mi también me ha pasado muchisimas veces. Horas y horas buscando el fallo, y al día siguiente lo he soluciondao en a penas unos minutos, es curioso la mente humana.
Por cierto buen blog, no hay muchos de esta temática sigue así.
Eugenio Nieto dice
Muchas gracias Fran
Hugo dice
Cuando algo no sale, dejarlo para más tarde o al otro día. Así de simple.
Eugenio Nieto dice
Exacto. Saludos
alexander rojas dice
te agradezco mucho por este aporte ,estoy en total acuerdo con lo que dices y lo he visto funcionar muchas veces no solo conmigo si no también con personas muy distintas
Eugenio Nieto dice
Es bastante común 🙂
ALBERTO dice
CUANDO ESTOY MUY AGOBIADO POR LA PRESIÓN DE LA INTERVENCIÓN, Y NO CONSIGO DAR CON LA AVERÍA, COMIENZO A CANTAR UNA CANCIÓN EN BAJITO, PARA ANIMARME Y DESPEJAR LA CABEZA, CUANDO CONSIGO RELAJARME EMPIEZAN A FLUIR SOLUCIONES Y IDEAS NUEVAS, ASÍ CONSIGO DAR CON LA AVERÍA, UN SALUDO.
Eugenio Nieto dice
Me has hecho imaginar una escena de película, en la que empiezas cantando despacio y los compañeros empiezan a seguirte.
Después todos cantan en voz alta como un coro de cosacos rusos, y al final termináis con un baile tipo Bollywood.
Creo que llevo demasiadas horas delante de la pantalla…
Martinez dice
En mi caso lo que me ayuda es lavarme las manos, tiene un sentido metafórico difícil de explicar pero me ayuda, ya lo tengo por costumbre cuando me atasco.
Saludos.
Eugenio Nieto dice
Cualquier “ceremonia” puede ser válida, siempre que nos ayude a despejar y reordenar la mente.
Saludos
Santiago dice
¡No sabes lo que disfruto leyendo tu blog, Eugenio!
Y es que todo lo que explicas lo he sufrido en carne propia.
Lo mejor de todo, es que tu tienes mucha gracia para explicarlo.
Eugenio Nieto dice
Me alegro de que te guste.
Saludos Santiago.
RAFAAEL dice
Esto es algo que pasa , yo me olvido del problema con otro, y luego intento retomarlo desde cero
Eugenio Nieto dice
Olvidar un problema con otro hace que siempre estés “metido en problemas”.
Quizás esa sea la verdadera vocación de un técnico.
Al fin y al cabo, si no existiesen lo problemas no podríamos disfrutar al resolverlos.
Saludos
Juanjo dice
Leyendo tu artículo me he identificado plenamente con lo que explicas, ya que me ha pasado varias veces con averías de esas tontas que no resuelves durante todo un día de trabajo y al día siguiente, después de dormir, llegas y lo resuelves en media hora.
Mi trabajo consistía en reparar controladores de motores diesel, motrices de bombas contra incendios.
En una ocasión fui a una fábrica que tenían parada la producción por culpa de que el seguro no les dejaba fabricar porque el equipo contraincendios se había averiado. Estuve toda una tarde para poder encontrar la avería y al final, después ya de mi jornada laboral, que aún estaba en la fábrica, le expliqué al jefe de mantenimiento que no encontraba la avería, pero que le dejaba el equipo para que en caso de incendio pudiera arrancar el equipo de forma manual, de esa manera me pude ir a mi casa y el homnre lo aceptó, ya que el seguro se lo permitió.
Al día siguiente ncontré la avería en nada de tiempo. Consistió en un relé que se energizaba cuando debía, pero que sus contactos quedaban abiertos unas décimas de milímetro, con lo que la maniobra de arranque automático no se producía. La solución fue cambiar el dichoso relé.
La dificultad fue que confié en la energización del relé, que se producía, pero que eso me despistó y me bloqueó mi capacidad de análisis. Al día siguiente, supongo que ya con el cerebro reordenado, seguí la señal paso a paso, con el esquema en la mano y sin tener en cuenta nada más, hasta que encontré dónde quedaba interrumpido.
Esta avería, que tan fácil se explica en unas pocas lineas, me costó mucho tiempo, pero como todas las averías, su resolución curtieron mi experiencia.
Salud y alegría!!!!
Juanjo Crespo
Eugenio Nieto dice
Estoy preparando un artículo con una experiencia muy similar.
Afortunadamente, no me llevó mucho tiempo, gracias a la ayuda telefónica de un técnico del fabricante.
Sin él, hubiese desmontado todo lo desmontable.
Dejo una sola pista: plataforma elevadora parada en medio de la calle, casi nada.
Saludos
Angel Almaraz dice
En mi caso cuando me bloqueo y puedo, voy a dar un paseo y dejar que llegue la inspiración. Unas veces funciona y otras no, pero por lo menos he disfrutado del paseo.
Me gusta la idea de hablar con objetos, además… nunca te llevan la contraria, jajaja.
Un saludo compi.
Eugenio Nieto dice
Angel, me estoy dando cuenta de que todos estamos un poco locos, o quizás todo lo contrario.
Hay quien dice que cuando tiene un problema complicado pasea por un bosque con árboles muy grandes, y eso le hace reflexionar, porque esos árboles estaban ahí antes de nacer, y seguirán después de morir.
Eso ayuda a relativizar los problemas, quitarles importancia, y por supuesto, disfrutar de un paisaje natural.
Aunque yo nunca lo he hecho, dicen que abrazarte al árbol es muy terapéutico. La próxima vez que vea uno lo probaré 🙂
Por cierto, aprovecho para recomendar a todos que visiten tu blog, porque hay información muy útil y práctica.
Un abrazo
jesus dice
me ha ocurrido, cuando me sucede, tomo un baño y platico conmigo explicandome que es lo que he hecho y que podria hacer, al final termino resolviendolo, al conversar conmigo por un rato.
Eugenio Nieto dice
Jesús, acabas de darme una idea.
Se podría crear alguna técnica de yoga o meditación para técnicos.
¿Alguien entiende de estos temas y puede decirnos si es posible, o estoy delirando?
David dice
Efectivamente, en la universidad también me pasaba, llamaba a un amigo para que me ayudara y al explicarle el problema me venia la inspiración y lo resolvia yo solo.
Eugenio Nieto dice
Debería haber una especie de “teléfono de la esperanza”, a donde pudiésemos llamar cuando nos bloqueamos, para desahogarnos y pensar en voz alta.
Si alguien quiere crear un proyecto solidario, aquí tiene una idea 🙂
arturo dice
Saludo
Cuando estoy bloqueado , suspendo por lo meno 2 horas y vuelvo a empesar de nuevo
Eugenio Nieto dice
Es una buena opción, siempre que el cliente o jefe te deje.
Si se trata de reparaciones que no corren prisa porque los equipos siguen trabajando, la mejor solución ante un bloqueo es dejarlo para otro momento.
Saludos
Jose María dice
Me ha pasado bastantes veces, me suelo quebrar la cabeza hasta medio día, vas a comer vuelves, y tenías el problema delante tuya, despues de “dejar el equipo el el chasis”.
Eugenio Nieto dice
Es cierto. El estómago lleno ayuda a pensar con claridad.
Será porque el cerebro está bien alimentado 🙂
julian dice
Me ha pasado tantas veces…
Y la solución no pasa por insistir o desesperarse provocando un problema que no tenias que puede ser incluso más grave que el anterior
Este año me he bloqueado varias veces y cuando me he intentado desbloquear dejando temporalmente la averia, no he podido “desconectar” por culpa de los terminales móviles que no paran de sonar.
Parar, respirar y no coger el teléfono (algo que después tendrás que justificar) para poder salir adelante o que te empiece a doler el brazo izquierdo, la angustia se apodere de ti y a medida que vas entrando en los 40 y algo tengas algún susto… por culpa de un proyecto que no es tuyo? por que no llegas a tiempo a algo que no es crítico? lo he reflexionado muchas y muchas veces, es que ya he conocido a más de uno con problemas en la “caja”
Gracias por tocar este tema, Eugenio
Eugenio Nieto dice
Tienes toda la razón. En nuestro trabajo es muy fácil dejarnos llevar por la presión, y el cuerpo no está diseñado para eso.
Solo nos acordamos de la salud cuando la perdemos, o después del sorteo de navidad 🙂
Hay que distinguir lo urgente de lo importante.
Saludos