Lo reconozco.
Ordenar las piezas de recambio es pesado.
Contarlas es más pesado.
Comprobar por qué no coincide lo que cuento con lo que aparece en el ordenador, es más pesado todavía.
Pero…
Hay que hacerlo.
Tener el material descontrolado no es una buena idea.
Nos dará muchos problemas en el futuro.
Lo mejor…
Contarlo todo una sola vez.
Si el sistema es bueno…
Y los hábitos sion buenos…
No hace falta contarlo más veces.
¿Suena bien?
Por si acaso no lo tienes claro, estas son las siete diferencias entre tenerlo todo organizado o no:
1. Encontrar todo a la primera o perder tiempo buscando.
2. Saber cuánto dinero hay almacenado o no tener ni idea.
3. Hacer pedidos ágilmente, o tener que estar mandando fotos y explicaciones al proveedor.
4. Saber exactamente de dónde ha salido y por dónde ha pasado una pieza o no.
5. Detectar lotes de piezas defectuosas, o tener averías repetitivas sin saber por qué.
6. Agilizar la entrada y salida de material, o tener que estar apuntando y dando explicaciones.
7. Saber qué productos están por debajo del mínimo, o perder horas revisando las estanterías y cajones para ver lo que falta.
¿Se te ocurre alguna más?
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