¿Alguna vez te has preguntado si necesitas invertir mucho dinero en equipos de medida de gran calidad o por el contrario podrías salir del paso con equipos mucho más económicos?
Respuesta rápida: compra los mejores equipos que puedas permitirte.
Respuesta realista: lee este artículo hasta el final 😀
Como en casi cualquier tema, nada es blanco o negro, siempre hay un equilibrio en un punto medio.
Cuando empezamos a equipar nuestro taller, no podemos tirar la casa por la ventana.
Incluso aunque dispongas de un gran presupuesto, hay que ser coherente.
¿Gastarías un millón de euros en montar un taller en el que nunca repararás más de cien placas de mil euros?
Solo es cuestión de usar las matemáticas.
Pero también hay que tener en cuenta otros factores.
¿Vas a invertir mucho dinero en un equipo que no vas a usar nunca?
Parece evidente, pero la realidad es que esto ocurre.
Esta es la ecuación:
comercial que no sabe lo que vende + cliente que no sabe lo que necesita = mucho dinero tirado
Recibo muchas consultas de personas que quieren empezar a hacer reparaciones, y me piden que les aconseje los equipos que necesitan.
En algunos casos no saben ni siquiera qué tipo de equipos van a reparar.
Yo no vendo equipos de medida (si crees que debería hacerlo dímelo en los comentarios).
Al no ser mi negocio, no puedo dedicar demasiado tiempo a investigar las necesidades de cada persona.
Para hacerlo debería dejar de atender a mis clientes.
¿Por qué los equipos de medida de calidad cuestan tanto dinero?
Cada equipo de medida tiene una serie de características.
Algunas funciones no tienen demasiado misterio.
Por ejemplo, para medir tensión no se necesita más que adaptar las tensiones a medir a una señal analógica de 0-5V.
Esta señal entra al microcontrolador o microprocesador, donde se interpreta y se convierte a un valor numérico que se envía al display del equipo.
Con cualquier multímetro del mercado puedes medir tensión.
Sin embargo, no todos los equipos te van a indicar el mismo valor en pantalla.
La mayoría de multímetros indicarán valores cercanos al valor real.
¿Pero qué ocurre si necesitas conocer el valor exacto, hasta el último milivoltio?
Para aumentar la precisión, tanto el diseño del equipo como los componentes montados deben ser muy precisos.
Esto encarece el coste de producción, es decir lo que ha costado fabricar el equipo en sí.
Evidentemente, también encarece el diseño, al ser mucho más lento, necesitando más pruebas y correcciones.
Además, si has fabricado un equipo que tiene características mucho mejores que la competencia, puedes aumentar tu margen de beneficio.
Todos entendemos que un coche deportivo sea mucho más caro que un turismo.
Aunque solo lleve unos kilos más de metal, o tenga una tapicería más cara, sabemos que el precio es muchísimo mayor que el coste de producción.
La realidad es algo así como “te ofrezco un producto buenísimo, por lo tanto no preguntes el precio”.
Como al final se trata de la ley de la oferta y la demanda, mientras haya mercado para equipos de gama alta, estos seguirán teniendo precios altos.
Imagina que tienes una empresa que se dedica a lanzar satélites al espacio.
Mueves cantidades millonarias de dinero, y tus clientes no quieren el menor error.
Además, sabes que un fallo puede suponer pérdidas enormes.
Así que necesitas una gran precisión en todos los trabajos.
A la hora de comprar un equipo de medida, no vas a regatear por cien euros.
Comprarás equipos que cumplan tus necesidades sin complicaciones.
También hay otros factores que influyen en el precio, como la garantía, el soporte postventa, formación o valor complementario…
¿Qué pierdo si compro un equipo económico?
Cuando comparas equipos aparentemente similares, con precios muy distintos, surgen las tentaciones.
Lo normal es pensar “si este equipo cuesta la mitad, puedo comprar otras cosas con el dinero que me ahorro”.
Y es cierto.
El problema aparece si una vez hecha la inversión te das cuenta de que tu equipo no cumple tus necesidades, mientras que el que descartaste por ser más caro sí.
Por no comprar el equipo que necesitabas puedes tener que volver a hacer una inversión.
Y quizás al final has gastado más que si hubieses elegido el equipo correcto desde el principio.
Pero también puede ocurrirte lo contrario.
Si compras un equipo que lo hace todo, al cabo del tiempo puedes darte cuenta de que no usas la mayoría de sus funciones.
O quizás ni siquiera sabes usarlas porque no te apetece leer un manual que parece una guía telefónica.
¿Y qué pasa si debo elegir entre dos equipos que hacen lo mismo, pero tienen precios muy distintos?
Buena pregunta (aunque la haya hecho yo).
Dos equipos pueden hacer lo mismo, pero no de la misma forma.
Hay variaciones, que pueden ser más o menos importantes:
- El tiempo de respuesta hasta que el valor medido sea estable
- La precisión de la medida
- La inmunidad al ruido
- El aislamiento eléctrico
- La resistencia a los golpes
- La resistencia al agua o al polvo
- …
Según cómo sea tu trabajo y las medidas que vas a realizar, cada una de esas características tendrá una importancia distinta.
Por ejemplo, la resistencia a los golpes no tendrá importancia para un equipo que estará sobre la mesa de un taller.
Pero para un técnico de mantenimiento industrial, donde el equipo se puede golpear y ensuciar con facilidad, es un factor importante.
El tiempo de respuesta puede parecer algo anecdótico, pero en algunos casos es esencial.
Algunos equipos necesitan hasta un minuto para que la medida se estabilice totalmente.
Es un poco desesperante tener que estar esperando tanto tiempo, sobre todo cuando debes hacer muchas más mediciones.
En resumen, podemos decir que si un equipo es más económico, normalmente sea porque algunas características son peores.
Así que debemos tenerlo en cuenta para asegurarnos de que esos inconvenientes no nos afecten en nuestro caso.
¿Cómo tomo la decisión correcta?
Imagino que con lo que has leído ya te vas haciendo una idea de que lo importante es ajustarse a tus necesidades.
Aunque quizás tus necesidades actuales varíen con el tiempo.
Por ejemplo, quizás ahora necesitas medir señales en fuentes conmutadas, que suelen tener algunos kHz.
Así que puedes comprar un osciloscopio de 1MHz.
¿Y si dentro de un año necesitas medir circuitos a 20MHz?
Quizás eso te obligue a comprar un equipo nuevo.
Si el equipo de 1MHz cuesta 100€ y otro de 100MHz cuesta 1000€, quizás te interese arriesgarte a comprar el primero, y esperar para comprar el segundo hasta que lo necesites.
Pero si el primero cuesta 300€ y el segundo 450€, quizás deberías haber comprado el segundo desde el principio.
Aunque no somos adivinos, sí podemos prever lo que vamos a necesitar en un futuro próximo.
Por ejemplo, yo sé que la mayoría de placas electrónicas basadas en microcontroladores suelen trabajar por debajo de 50MHz.
Con un equipo con un ancho de banda algo mayor podré medir todo este tipo de circuitos, y también fuentes conmutadas y circuitos de menos frecuencia.
Sé que no podré medir señales como las de televisión, o de microprocesadores que pueden trabajar a varios GHz.
Así que conociendo cuál es mi mercado y el tipo de equipos que manejo, será más fácil elegir.
Aplicando esta idea a la compra de cualquier equipo, deberías seguir ciertos pasos:
- ¿Qué tipo de equipos reparo?
- ¿Quiero reparar solo este tipo o abrirme a otras opciones?
- ¿Qué características necesita tener mi equipo de medida?
- ¿Qué características tiene el equipo que estoy valorando comprar?
- ¿Se cumplen todas mis necesidades?
- ¿Puedo pasar sin las que no se cumplen, o cubrirlas con otros equipos?
- ¿El equipo me permitirá evolucionar si en un futuro cambian mis necesidades?
- ¿Las características adicionales del equipo que ahora no uso, me permitirán ampliar mi capacidad para entrar en nuevos campos?
- ¿Este tipo de equipos está bajando su precio?
En el caso de los osciloscopios, los precios no dejan de caer.
Por el precio de un equipo de 20MHz hace cinco años, ahora puedes comprar uno de 200MHz, que en aquel momento costaba varios miles.
Así puede interesarte comprar el primero y cuando necesites el segundo será más asequible.
También puede ocurrir que no sepas muy bien qué características necesitas.
Una solución puede ser buscar varios equipos que creas que pueden servirte, y comparar sus características.
Después debes preguntarte en qué te ayudaría cada una de ellas.
Por ejemplo, si uno te permite medir condensadores de 100nF a 10000μF y otro desde 1pF a 100μF, piensa en qué tipos de condensadores sueles encontrarte en las averías.
Si se trata de pequeños condensadores cerámicos, mejor poder medir desde 1pF, mientras que si son electrolíticos de alimentación, necesitas llegar a 10000μF, incluso más.
También puedes encontrar equipos con muchas funciones y muy caros, mientras que comprando varios más específicos puede salir más barato.
Por eso debes dedicarle algo de tiempo a analizar lo que necesitas y lo que hay en el mercado.
Cuando veas todas las opciones que hay seguramente te agobies bastante, porque el mercado no deja de crecer.
Por eso el camino más fácil es buscar a un profesional que te asesore, y sepa entender tus necesidades, y recomendarte el equipo más adecuado.
Aunque si te gusta hacerlo todo en modo do it yourself, disfrutarás investigando en la red.
¿Qué pasa con las marcas?
He dejado este tema para el final porque realmente es el menos importante.
Hay auténticos evangelistas de las marcas.
Solo tienes que entrar en cualquier foro de una marca de automóviles, la que sea.
Casi todos sus usuarios están encantados, aunque se hayan gastado miles de euros en averías, o sus vehículos tuviesen defectos de fabricación.
A veces nos obsesionamos con una marca porque hemos desarrollado la creencia de que tiene una gran calidad.
Esta creencia puede venir de nuestra experiencia o de la publicidad.
Quizás llevas tantos años viendo una marca entre las páginas de tu revista favorita, que llegas a creer que es la mejor del mercado.
Esto era eficaz hace unos años, pero ahora tenemos formas de comprobar si realmente una marca es lo que parece.
Gracias a la red podemos buscar opiniones y comentarios de otros clientes, que nos ayuden a valorar a una marca.
Evidentemente, las grandes empresas tienen mayor facilidad para “crear comentarios favorables”.
Pero también es cierto que en internet es difícil controlar las críticas.
Así encontramos cientos de usuarios insatisfechos con cierta compañía aérea que no hace falta nombrar.
A la hora de comprar un billete, simplemente elijo a otra compañía, porque no quiero sufrir un ataque de nervios por ahorrarme unos euros.
Lo mismo ocurre con los fabricantes de equipos de medida.
Si ves muchos casos de clientes que han tenido problemas con la garantía, o con la atención al cliente, deberás valorar si compras el equipo “a tu suerte” o prefieres tener un soporte eficaz.
También hay que comentar que fabricar un equipo de medida es como cualquier otro equipo electrónico.
Cualquier empresa con un mínimo de experiencia y preparación puede entrar en este mercado, creando equipos de gran calidad.
Según su estrategia empresarial, pueden optar por ajustar al máximo los precios, por lo que es posible conseguir equipos de medida económicos y de calidad.
La cuestión es que hay que conocer estas marcas, y evitar que nos vendan equipos de mala calidad bajo otros argumentos.
Por eso infórmate, busca opiniones en internet, incluso pruebas de los equipos (en YouTube puedes encontrar muchas).
No te dejes deslumbrar por las grandes marcas, compra lo mejor que puedas permitirte para lo que realmente necesites.
Te toca a ti
Quizás este artículo te haya parecido demasiado teórico, sin ejemplos de equipos reales.
El motivo es que no quiero condicionarte en un mercado casi infinito, donde puedes encontrar miles de productos a precios de todo tipo.
Si aplicas lo que te he contado a la hora de elegir tu nuevo equipo de medida, estarás más seguro de no equivocarte.
Como ya me he extendido demasiado, ahora te toca a ti completar el artículo.
¿Cuál es tu experiencia comprando equipos de medida?
¿Crees que es mejor confiar en las marcas fuertes, o merece la pena valorar otras opciones?
¿Tienes pensado ampliar tu taller?
¿Has tenido alguna experiencia que merezca la pena compartir?
¿Te ha parecido útil este tema? ¿Qué te gustaría encontrar en próximos artículos?
No hace falta que te recuerde lo del formulario de suscripción de más abajo ¿no?
Te espero en los comentarios, y recuerda compartir en tus redes sociales.
PD: No me pidas opinión sobre equipos concretos, porque no puedo opinar de lo que no conozco o uso. En el menú HERRAMIENTAS puedes ver algunas recomendaciones.
J Luis dice
El ICE, mítico. Me arrepiento de haberlo regalado.
Soledad Ariad dice
Pese a mi falta de experiencia en electronica, tengo claro que no me gusta casarme con las marcas. Por eso y como ejemplo uso tres soldaduras, todas con rango de fusión a los 183°C: Kester, MG Chemicals y Multicore, desaparece una y quedan dos. Por lo demás, las circunstancias van aconsejando la compra de herramientas.
Yerson Ari dice
Excelente articulo..
Yo creo que si merece valorar las otras opciones por que no siempre el presio del instrumento justifica la calidad que tiene.
Eduardo Ottonello dice
Hola: Mi experiencia me dice que mientras se pueda hay que comprar de buena calidad; el costo esta relacionado con la calidad del producto LO PRINCIPAL ES SABER USARLO.
Eugenio Nieto dice
Estoy de acuerdo, aunque mi reflexión va en el sentido de que a veces se compran equipos con funciones que no necesitamos.
La calidad no siempre está relacionada con la funcionalidad.
Por ejemplo, dos equipos pueden tener precios muy distintos debido a la calidad de su cubierta, aunque sirvan para realizar las mismas medidas, con la misma precisión, estabilidad, etc.
Simplemente, uno puede haberse fabricado con materiales más robustos pensando en un sector en el que son habituales los golpes.
Exagerando más el ejemplo, imaginemos un equipo que es sumergible, que costará mucho más caro que otro con el resto de características idénticas.
El sumergible, en conjunto, tendrá más calidad, pero si lo usamos en un laboratorio donde no se usan líquidos, el hecho de que sea sumergible es irrelevante.
Saludos
Francisco dice
Lo primero el articulo me parece muy interesante y co muy buenos consejos Yo tengo un comprobador microtest ICE 80 como el tuyo necesito una pila nueva y no la encuentro podrias facilitarme algun sitio donde poder adquirirla
Gracias
y no encuentro la pila que lleva y nef
Eugenio Nieto dice
En este enlace puedes ver un adaptador para sustituir a estas pilas:
http://camaracoleccion.es/Baterias.html
No es barato, así que hay que valorar si merece la pena.
Por el precio del adaptador puedes conseguir un multímetro digital con características incluso superiores.
Yo tengo montada una pila de 1,5V, aunque tengo en cuenta que puede afectar a las medidas, por lo que lo uso cuando solo me interesa ver el movimiento de la aguja, sin importar demasiado el valor medido.
Domingo Dominguez Cabrera dice
Eugenio:
Has abierto la caja de Pandora con los equipos de medida.
Como usuario de muchos equipos de ellos, la experiencia me ha dicho que el problema no suele estar en los equipos, sino en la calibracion de los mismos.
Cuando realizas medidas de precision, es frustante medir con varios equipos y ver que hay diferencias entre ellos. Todo depende de la presicion que pretendas, pero si estas con el tema industrial y manejas milivoltios y miliamperios, la presicion es critica.
La recalibracion de equipos es un tema complejo y muy caro, ya que los patrones de medida valen mucho dinero, y ademas tambien hay que calibrarlos por lo que habres una espiral sin fin.
Al final como dices, todo dependera de lo que quieras medir, y la presicion que te hace falta.
Eugenio Nieto dice
Hola Domingo.
Estoy totalmente de acuerdo.
Es un tema que no había tocado en el artículo, así que gracias por el aporte.
Saludos
Arturo Quiroga dice
Hola Eugenio ,tacaste un tema crucial, en mi país no tenemos acceso a instrumental de calidad , es literalmente inalcanzable . Son muy costosos.
El equipamiento de un taller con instrumentos de valor , puede convertirse
en un problema. Mi experiencia no es buena .
La cuestión de la calibración es compleja y cara, y no todos los instrumentos
pueden ser calibrados. Trabajamos con lo que podemos comprar; No con lo que se debería emplear para reparar de forma óptima y satisfactoria.
Eugenio Nieto dice
Es cierto que las limitaciones económicas deciden en muchos casos.
Lo importante es que los equipos cumplan su función de forma aceptable.
Saludos