El movimiento maker ha pasado de ser una opción educativa norteamericana, a extenderse por todo el mundo en muy poco tiempo.
Muchos de los que ahora investigan con Arduino o Raspberry acabarán ocupando puestos muy notables en el desarrollo y la reparación de equipos electrónicos mucho más complejos.
La electrónica ha evolucionado a pasos agigantados, pero no lo hemos percibido hasta los últimos años, gracias a la democratización de estos nuevos sistemas, basados en el código abierto, la sencillez de programación, y sobre todo a la reducción de costes económicos, que ha permitido comercializar ordenadores a partir de ¡5 dólares!.
¿Es el movimiento maker un antes y un después para la electrónica?
¿Utilizar estos recursos es la mejor forma de entrar en este mundo, para facilitar el aprendizaje y la práctica?
Si te interesa la electrónica pero tienes muy pocos conocimientos, te interesa mucho leer este artículo.
Y si no es así pero conoces a alguien en esa situación, seguramente le interese que lo compartas con él.
Qué es el movimiento maker
Como nos encanta resumir conceptos en una sola palabra, y nos cuesta inventar términos nuevos en español, lo fácil es adoptar el nombre inglés.
La traducción de maker es “hacedor”, fabricante. Suena raro ¿verdad?
Según la Wikipedia, esta cultura maker se inició en 2006. No porque no existiese anteriormente, sino porque es cuando se empiezan a celebrar eventos multitudinarios donde se reúnen makers para compartir sus creaciones y conocimientos.
Podríamos dar una definición sobre lo que actualmente entendemos como maker.
Yo diría que:
Un maker es una persona que crea soluciones físicas basadas en la tecnología (electrónica, robótica, impresión 3D…) de forma habitualmente autodidacta, y además intercambia conocimiento con otros makers.
Esta definición puede cambiar en poco tiempo, si por ejemplo se crea una carrera universitaria específica.
De hecho, lo que diferencia a los makers actuales de los “manitas” o “inventores chiflados” de esa época en la que no teníamos términos anglosajones para definirnos, es el uso de internet para comunicarse y compartir el conocimiento.
Salvo algunas revistas especializadas, era muy difícil encontrar información lo suficientemente desarrollada y detallada para poder crear algo rápida y fácilmente, aprovechando el conocimiento de los demás.
Qué ha provocado el crecimiento de la cultura maker
La mayoría de estudiantes de electrónica durante las décadas de los 80 y 90 hacían sus pequeños receptores de radio AM, amplificadores de audio, y fuentes de alimentación.
A partir de ahí, no había demasiada evolución tecnológica, porque el conocimiento era limitado, y los materiales eran caros y escasos, sobre todo si no vivías en una gran ciudad.
Actualmente, un maker puede ser un titulado o estudiante de electrónica, o simplemente un aficionado interesado en aprender y experimentar.
Ya no es necesario acceder a la formación reglada. El conocimiento está en la nube.
De hecho, aprender electrónica antes del cambio de siglo era muy difícil fuera del ámbito académico.
Podías comprar revistas especializadas, como hacía yo mismo, pero aprender un concepto cada mes era muy lento, y además las revistas no eran baratas.
En las bibliotecas solamente podías encontrar libros demasiado teóricos para poder hacer algo realmente útil.
Era realmente frustrante, y había que ser muy friky para mantener la motivación.
En la actualidad, puedes construir un robot combinando módulos en los que cada sensor o actuador tiene sus propios componentes esenciales incorporados, prácticamente como un puzzle.
Una vez ensamblado, solo tienes que programar el software, y listo.
Se acabó tener que saber todos los detalles sobre polarización de semiconductores, cómo reducir los ruidos eléctricos, y otras cuestiones que consumían tiempo y requerían un conocimiento muy avanzado.
Actualmente, gracias a la estandarización en las tensiones de alimentación y en los protocolos de comunicación, no es necesario entrar en muchos de estos temas, con lo que el desarrollo es mucho más rápido, sencillo, y sobre todo fiable.
Por si estas ventajas fueran insuficientes, además es muy fácil encontrar fragmentos de software que han creado y compartido otros makers, con lo que nos ahorramos mucho tiempo programando, y sobre todo investigando.
Pero lo que realmente ha ayudado a que todo el mundo pueda aprender a desarrollar un robot en su casa, ha sido el desarrollo de nuevas placas de desarrollo basadas en microcontroladores, que además se han diseñado buscando que sean productos económicos y fáciles de conectar y programar.
Efectivamente, estoy hablando de los archiconocidos Arduino y Raspberry Pi.
Antes de estos dispositivos, ya existían los microcontroladores, de hecho ya eran la base de la mayoría de circuitos electrónicos. Intel y Atmel eran los fabricantes más conocidos, aunque Motorola (actualmente Freescale), SGS Thomson (ST), y otros, también ofrecían soluciones de bastante calidad.
El paso intermedio más popular fue el desarrollo de los microcontroladores de la familia PIC, de Microchip. Se trata de chips económicos y fáciles de programar, que permitió el inicio de este movimiento, gracias a foros y webs donde se compartía conocimiento, esquemas electrónicos, y software.
Arduino y Rasperry Pi no son microcontroladores, sino placas de desarrollo que incluyen un microcontrolador, así como los periféricos esenciales para facilitar su montaje.
En el resto de opciones, era el desarrollador quien debía diseñar el circuito electrónico y decidir qué componentes esenciales debía montar y de qué forma.
Los fabricantes ya ofrecían placas de desarrollo con estos componentes, que los ingenieros usaban para formarse y conocer su funcionamiento. Cuando se creaba un producto comercial, lo que se hacía era rediseñar el circuito electrónico para que incluyese el propio chip.
Arduino y Raspberry Pi utilizan microcontroladores Atmel (al menos en los inicios), e incluyen los periféricos esenciales. En principio son similares a las placas de desarrollo de Atmel. La gran diferencia es que se creó un nuevo sistema para programarlos, por lo que ya no era como programar un Atmel, sino algo nuevo.
La reducción de precios y de tamaño hace que en los equipos comerciales se mantenga la placa completa como una mochila, en lugar de integrar el microcontrolador en una placa nueva. Esto ahorra tiempo en el diseño de PCB.
En los últimos meses se han presentado soluciones cada vez más completas, económicas, y con mejores características en cuanto a velocidad, almacenamiento y conectividad.
De hecho, en el momento de escribir este artículo la revista MagPi está regalando una Raspberry Pi Zero que viene pegada a su portada.
Ya no estamos hablando de una placa con un microcontrolador. La Pi Zero es en realidad un ordenador de 1GHz, con 512Mb de SDRAM DDR2, salida HDMI 1080p, y mide solamente 65mm x 30mm x 5mm. Por si fuera poco, su precio es de 5 dólares, y no está fabricada en China, sino en el Reino Unido.
Solamente tienes que conectar un hub USB con un teclado y ratón, un monitor o televisor HDMI, y una tarjeta MicroSD con el sistema operativo. Es todo un ordenador, que además tiene un montón de entradas y salidas donde puedes conectar las luces de tu casa, o cualquier cosa que se te ocurra.
Esto que parece ciencia ficción es una realidad, y nos da una idea de lo que puede llegar a evolucionar la tecnología, y con ella la cultura maker.
Por el precio de una tablet de gama baja puedes tener un laboratorio de desarrollo completo. Es decir que cualquiera puede ser maker, sin importar su nivel socioeconómico, y tampoco importa demasiado su conocimiento previo, solo es necesario internet para acceder a toda la información.
De qué puede vivir un maker
Si entras en un portal de búsqueda de empleo, no verás ofertas de trabajo en las que las empresas buscan a makers, o desarrolladores en Arduino o Raspberry Pi.
De hecho, hay mucha gente que domina el uso de estos sistemas y tiene problemas para encontrar empleo.
Como en tantos otros ámbitos, el mundo de la empresa está demasiado aislado del mundo académico, por lo que el mercado laboral es antinatural.
Una persona capaz de desarrollar prototipos electrónicos basados en microcontroladores, es capaz de diseñar los sistemas electrónicos necesarios para la mayoría de máquinas industriales y robots de pequeño tamaño.
De hecho, la electrónica industrial es un mundo que todavía necesita una gran evolución.
A partir de esta reflexión, también podemos afirmar que los clientes necesitan que los fabricantes ofrezcan piezas de repuesto a precios razonables.
Algunos fabricantes aprovechan la necesidad del cliente para cobrar auténticas barbaridades por las piezas de repuesto.
En muchos casos, una placa electrónica cuesta más que la máquina completa.
No tiene sentido. Ni siquiera tiene lógica comercial. Qué reputación puede tener una marca que en caso de avería te obliga a cambiar la máquina completa.
Por supuesto, no estoy hablando de máquinas que cuesten 100 o 200 euros.
Si el precio de la tecnología está bajando, el desarrollo es cada vez más ágil, y cada vez hay más personas capaces de hacer este trabajo, es fácil deducir que los fabricantes pueden aprovechar estos factores para desarrollar productos más económicos, sin reducir su calidad.
Dentro de este contexto, se nos pueden ocurrir muchas oportunidades para los makers.
Además, hay otros mercados totalmente desatendidos que no son solo oportunidades, sino filones.
En algunas máquinas no es posible sustituir una placa electrónica, porque el fabricante ha desaparecido o dejado de distribuir recambios. En estos casos, puede ser muy viable fabricar una placa nueva desde cero, que sea capaz de sustituir a la anterior.
Quizás el coste no compense si se trata de una sola unidad, pero si se encuentran las vías comerciales necesarias, se puede llegar a otras empresas con esa misma necesidad, por lo que el desarrollo puede ser muy rentable si se aprovecha en muchas máquinas iguales.
Y por fin vamos a hablar de reparación.
Efectivamente, un maker sabe diseñar, y por lo tanto también reparar.
Lo bueno de aprender a partir de sistemas modulares es que se desarrolla la capacidad de dividir un problema grande en otros más pequeños.
Además, al aprender a programar, se ha desarrollado el sentido de la lógica y el pensamiento estructurado.
Todas estas cualidades ayudan a dividir una máquina o un circuito en módulos funcionales más pequeños, facilitando la localización de la avería.
Y por si no fuese suficiente, hay que decir también que un maker tiene los recursos necesarios para fabricar circuitos que permitan modificar el funcionamiento de una máquina sin intervenir en su propio software.
Por ejemplo, se puede necesitar alargar el tiempo en el que una cinta transportadora se detiene. Si no se tiene acceso al software de la placa electrónica, siempre se puede desarrollar un circuito que detecte la parada de la cinta y deshabilite la salida durante el tiempo necesario.
¿Aprender sin conocer la base es bueno o malo?
Un maker puede aprovechar los recursos a su alcance para desarrollar sistemas completos, sin conocer toda la electrónica básica.
Esto puede suponer un problema a la hora de reparar.
A veces no basta con conocer los comportamientos generales, sino que hay que tener conocimientos de cada componente.
Esto puede suponer una barrera, sobre todo cuando no se tiene mucha experiencia programando.
Sin embargo, yo soy de los que piensan que el cerebro aprende de la experimentación.
Creo que es mucho más fácil y rápido aprender conceptos abstractos a partir de la observación de elementos físicos.
Por lo tanto, experimentar con un circuito real, observar su comportamiento básico, y a partir de ahí seguir profundizando hasta entender como funciona cada uno de sus componentes, me parece la mejor forma de aprender electrónica.
De hecho, creo firmemente que en las escuelas de electrónica no se debería abrir un libro hasta haber observado físicamente lo que se va a estudiar.
Si en cada aula, en la mesa del profesor hubiese un robot, y se explicase su funcionamiento básico, seguramente todos los alumnos sentirían la curiosidad suficiente como para interesarse en los conceptos más teóricos y “aburridos”.
Este interés es lo que nos motiva a aprender, y sobre todo a entender cómo funcionan las cosas.
Si en las escuelas solo nos enseñan a memorizar, seguiremos teniendo ingenieros capaces de recitar un montón de fórmulas matemáticas mientras sirven una Whopper con queso.
Por el contrario, si se fomenta la curiosidad, la investigación, el aprender en vez de estudiar, el contacto con los elementos físicos, con el hardware, la colaboración y el trabajo en equipo, exactamente esos valores que comparten los makers, tendremos personas muy capaces de ayudar a que este mundo evolucione en la dirección correcta.
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Eugenio Nieto
Jorge Dhios dice
Eugenio, excelente tu articulo, me senti muy identificado, tengo casi todas las placas que presentas en este post, paso por el assembler, y muchas penurias en sus comienzos, hay todo es mas facil, felicitaciones.. Abrazo grande..
Martin dice
Es muy interesante lo que mencionas respecto al movimiento maker… sin embargo en lo personal considero que el mismo le hace mucho daño a una generación que debería esforzarse más por alcanzar sus propios logros; ahora como, sabrás todo se consigue con un simple copy-paste.. querés un brazo robotico??.. fácil haz copy-paste, querés una fresadora cnc? fácil haz copy-paste.. etc etc.. Uno diría “vaya que generación de jóvenes talentosos e ingenisos crearon esto, o aquello..”.. pero bah, seamos sinceros seguro lo copiaron de algún lugar cambiándole los creditos..
Bueno, a pesar de los muchos makers actualmente solo hay muy pocos proyectos que destacan… la mayoría de los proyectos son una modificación mínima de algún otro .. y aunque tiene sentido como aprendizaje.. no lo tiene a largo plazo cuando el mundo te plantea retos cada vez mas desafiantes.. porque en la vida real el copy-paste no sirve..
y bueno para terminar puedo decir que los verdaderos ganadores con este movimiento no son los makers en si ni el común de las personas, sino son los asiáticos que han inundado de plaquetas raspberry,arduino, etcetc.. y nosotros las compramos y luego compramos módulos, y luego compramos brazos robóticos… y así al final compramos todo (y vaya que la idea de ser maker era “hacerlo por uno mismo”).. y descargamos el código fuente de algún sitio.. (que también seguro hizo copy-paste de otro sitio)…
Me parece que el gran reto de los makers es empezar a dejar los proyectos de juguete.. y empezar con los proyectos que resuelven problemas de la gente.. en lo personal ya estoy cansado de ver arañas que dan pasos acá o acullá, o carritos seguidores de linea y muchos otros que en realidad no resuelven nada.. En resumen yo creo que en lugar de llamarse cultura Maker debería llamarse cultura Copy-Paste…
Julian Valls dice
asi es, todos deberiamos empezar por resolver el tema de la fusión fria.
luis alberto sanchez dice
hola mi nombre es luis sanchez de venezuela saludosa todos interezante el tema del movimiento maker y me gusta ver como se ha ido desarrollando el tema pero tambien me he enfocado en le tema de no solo implementar la electronica libre como el arduino y las rasperry inclusimlosm pic y demas micros pero hay algo que debe tambier desarrollarse y es como fabricar todos los demas implementos necesarios para terminar un projecto he ai donde me dedique a fabricar o a reformar materiales como el plastico el aluminio y demas materiales necesarios necesitamos ofrecer las tecnicas de la manera mas casera facil y practica llevo 10 años dandelo un nuevo uso a esos empaque envases y productos plasticos que ivan a parar a la basura y que hoy son soportes chasis rines (llantas) de carritos robots y otros diseños que fabrique quisiera crear un canal para asesorar e intercambiar ideas en ese ambito yha que son complemento de cualquier prototipo o diseño y que aprender a reutilizar esos materiales ayudarian tanto al ambiente como la ecologia y la educacion saludos
Jose dice
Hola me gustaria mucho aprender electronica pero hay muchas cosa y conceptos q no entiendo
Tengo una empresa de frio industrial y clima me hace muchisima falta pero no se por donde empezar leo mucho pero no entiendo mucos conceptos
Me gusta leer tus articulos son muy buenos
Seguire intentandolo
Un saludo
Eugenio Nieto dice
Estás en el lugar correcto.
Aquí vas a aprender mucho, y conocer otros sitios con información útil.
Saludos
nerjose dice
Felicitaciones por su cumpleaños hermano, este es un tema muy interesante
Eugenio Nieto dice
Gracias Nerjose.
Un saludo
José Serra dice
Primero felicitarte por tu cumpleaños, por otro lado preguntarte si la revista MagPi se puede conseguir en Madrid. Saludos.
Eugenio Nieto dice
Gracias José.
La verdad es que no tengo ni idea.
Busca alguna librería especializada.
Si alguien la está importando, ellos sabrán darte más pistas.
Saludos
Jesus Elizondo dice
Estoy completamente de acuerdo con el movimiento maker, pero creo que si es necesario contar con los conocimientos
teóricos sobre circuitos electrónicos así como conocimientos sobre lenguajes de programación para que la curva de aprendizaje no sea demasiada pronunciada a la hora de empezar a utilizar tanto la tarjeta Arudino así como la rapsberry ya que cuando se esta experimentando con nuevos proyectos resulta en ocasiones muy frustante cuando las cosas no resultan y pues volver a insistir ya que es lo que nos gusta.
Eugenio Nieto dice
Estoy de acuerdo en que puede ser frustrante cuando algo no funciona y no sabes por qué.
Yo creo que la teoría y la práctica deberían ir en paralelo, es decir que puedes montar la placa y copiar un tutorial paso a paso, aunque no sepas muy bien lo que estás haciendo.
Cuando el circuito funcione, seguro que tienes motivación para investigar más a fondo.
Creo que lo que sí se debe evitar es pasar meses estudiando teoría y fórmulas matemáticas antes de ver un circuito real en funcionamiento.
Saludos
Jordi dice
Totalmente de acuerdo con con el “movimiento maker”, aunque creo que siempre ha existido, desde hace décadas o siglos, por no decir milenios. El método empírico es la clave del conocimiento no reglado. La diferencia ahora, es cierto, es internet.
Yo hace unos 30 años que me dedico a la electrónica en diferentes ámbitos. No soy precisamente un crack, siempre he estado diseñando circuitos de puertas lógicas, analógicos etc pero aportando soluciones desde la sencillez que han dado muchos frutos. Lejos de los microcontroladores, programación y cosas de esas. La verdad es que siempre he deseado tener conocimientos de esas cosas, pero nunca me he puesto en serio. El día a día y el trabajo absorben demasiado y cuando tienes las pestañas quemadas al volver del trabajo lo que menos te apetece es ponerte delante de la pantalla en casa para aprender a programar pics… Claro que con esto de las rapsberry quizás me anime. La de 5 euros me parece muy atractiva: Podría formar parte de un sistema de automatismo tal cual, añadiéndole poca circuitería, sensores, in, outs, relés etc. ¿para que diseñar una placa con un micro, ram, rom y toda la mandanga si por 5 euros tienes todo un sistema totalmente flexible, que además puede ser incluido directamente en el producto?. En fin, quien me iba a decir que existiría algo así cuando a finales de los 80 estaba completamente enfrascado diseñando circuitería con cmos para automatismos. Me lo pasaba pipa, la verdad, pero los tiempos han cambiado: en lugar de pasarse horas pinchando componentes en la protoboard, ahora parece que hay que estar ese tiempo pegado a la pantalla con el ¿java?. Lo del autoaprendizaje es cierto, pero también lo de la imaginación, la creatividad y el entusiasmo. A fin de cuentas creo que es el deseo constante de mejorar las cosas que están a tu alcance y solventar problemas con los medios que conoces. A veces no son los conocimientos, lo que importa es el sentido común y las buenas ideas. Mi pregunta es: ¿Si he tenido grandes ideas de hardware; las tendría también con programación en caso de aprender? ¿Por donde empiezo si quisiera aprender a encender leds con una rapsberry? Supongo que las viejas glorias en el campo de la electrónica se hacen estas mismas preguntas. Y como creo que deben haber bastantes me parece una reflexión interesante. Hasta aquí, de momento mis pensamientos. Saludos.
Eugenio Nieto dice
Hola Jordi.
Creo que lo mejor es que busques un kit para empezar cuanto antes.
El sistema es muy fácil de aprender, así como el lenguaje de programación.
Con la propia documentación y algún tutorial en YouTube, en un rato estarás encendiendo un led.
A partir de ahí, el límite es tu imaginación.
En realidad las ideas se multiplican, porque no te frena el tiempo de desarrollo ni las limitaciones técnicas.
No dejes que el exceso de análisis te frene, y empieza cuanto antes.
Saludos
Julian Valls dice
“exceso de análisis” ..me lo quedo, yo también peco de eso a la hora de enfrentarme a retos nuevos sobre todo en el ámbito de lo personal. Una explosión más en casa, total 😀
Miguel dice
Primero felicitarte por tu cumpleaños, por otro lado felicitarte también por los comentarios enviados en el día de hoy. Son extensos, según dices tu, pero interesantes e invitan a la reflexión.
Sobre el artículo de los microcontroladores me parecen muy didácticos. Estoy por adquirir una placa de la plataforma de Arduino, he conseguido bastante información sobre ésta. Se pueden realizar circuitos muy instructivos y curiosos y como tu dices, tienes hasta el software.
En mis tiempos hacíamos prácticas en electrónica industrial con el z-80 de ZILOG y otros de INTEL .
Bueno espero seguir leyendo artículos como este durante mucho tiempo y que tengas fuerzas y mucho ánimo para que los sigas publicando.
un saludo
Miguel. Badalona
Eugenio Nieto dice
Muchas gracias Miguel.
Ánimo con el Arduino.
Si todavía recuerdas el Z80, esto te parecerá un juego.
Un abrazo paisano.