Ser técnico y reparar máquinas es visto como algo muy sencillo por unos, y muy complejo por otros. Los que no se dedican a esto lo ven como algo un poco misterioso, con un toque de magia. Pero… ¿Cómo se llega a ser un “mago” de la reparación?
Muchas veces, los clientes nos llaman muy preocupados porque una máquina se ha parado en el momento más inoportuno.
La producción se ha detenido justo cuando hay que entregar un pedido urgente a un cliente importante.
Llegas con tu caja de herramientas, observas la máquina, preguntas en qué circunstancias se ha producido la avería, compruebas paso por paso el funcionamiento, y vas aislando los componentes que pueden tener relación directa con los síntomas.
Finalmente, encuentras una pieza que no está haciendo su trabajo.
La reparas, y la máquina vuelve a funcionar.
Sonríes porque acabas de superar un reto relativamente complicado.
Sin embargo, lo que para ti ha sido una serie de procedimientos exhaustivos, en los que has puesto en práctica todo tu conocimiento acumulado, para el cliente ha sido otra cosa.
Tu cliente te ve como alguien que saca su varita mágica, da unos toques a la máquina, y ésta comienza a funcionar.
No tiene ni idea de cuántas horas de estudio, trabajo e investigación has necesitado para adquirir los conocimientos que te han servido para reparar su máquina en poco tiempo.
En el momento que te ha llamado, ha decidido descolgar su teléfono, y lo único que le preocupaba era que llegases lo antes posible, para que “resucites” su máquina.
Es bueno que tus clientes piensen eso, porque si te ven como al mago capaz de revivir sus máquinas, significa que has demostrado previamente que tienes una gran capacidad para resolver muchos tipos de averías que no todo el mundo puede.
Aunque también tiene su lado malo, porque al parecer que haces tu trabajo con tanta facilidad, pueden creer que se debe a que realmente es una tarea sencilla.
Solo quien conoce la parte más técnica de nuestro trabajo, o quien ha visto y comparado a muchos técnicos distintos, aprecia que la facilidad que tenemos se debe a nuestro esfuerzo constante por mejorar y ser capaces de reparar cualquier cosa que nos pongan por delante.
Esa competencia inconsciente, que hace que desempeñemos un trabajo complejo con total naturalidad, es el resultado de una preparación a menudo menospreciada.
Puede que reparar máquinas no esté tan valorado
Posiblemente repares una máquina en pocos minutos, simplemente ajustando un tornillo.
Si tú no hubieras estado ahí, o si no hubieses tenido los conocimientos necesarios, quizás nadie habría sido capaz de localizar y ajustar ese tornillo.
Cuando pases la factura a tu cliente, puede que no ponga en valor todos estos detalles, y simplemente te diga que le parece caro, incluso intente regatear para que rebajes el precio.
Muchas veces resulta difícil hacerle ver que no solo has girado un tornillo, sino que has usado tu capacidad como experto para resolver su problema y evitar pérdidas de producción.
Puede que tu cliente no entienda todo lo que implica reparar maquinaria, ni la inversión en tiempo y dinero, porque las herramientas cuestan dinero, el vehículo con el que te desplazas, y todos los gastos derivados (combustible, seguros, teléfonos, etc.).
Y ya no hablemos de la formación: años de estudios, cursos presenciales y online, seminarios, libros leídos. Todos pagados con la esperanza de recuperar la inversión haciendo un trabajo de calidad.
Cuando te encuentras en una situación así, te sientes un poco abatido, infravalorado.
Hay dos formas de reaccionar, tanto si se lo dices al cliente como si no:
- Creer que el cliente tiene razón y no deberías cobrar tanto por haber girado un tornillo.
- Pensar en que eres un experto en la reparación de maquinaria, has establecido unas tarifas y ese es el valor de tu trabajo.
En el primer caso, tu autoestima está en peligro. Si bajas precios porque crees que tu trabajo es sencillo, pronto te darás cuenta de que ganas igual o menos que haciendo un trabajo sin especialización, por lo que has estudiado de más. Puedes acabar quemándote y buscando otro oficio menos cualificado, que no te obligue a estudiar e investigar permanentemente.
La segunda opción es la que te permitirá mantenerte como técnico y seguir evolucionando. Seguramente perderás algún cliente, pero no te preocupes, porque los de ese tipo suponen un lastre para tu evolución. Tarde o temprano llegarán otros que valorarán tu trabajo y no discutirán tus tarifas. Quizás han llegado hasta ti después de haber conocido a otros técnicos menos cualificados, y han aprendido a valorar la especialización.
También encontrarás a quien no cuestione tus precios porque te ha buscado por ser un experto en el campo que dominas, y no contempla la opción de probar con otros profesionales. Estos suelen ser los mejores, el problema es que si no eres realmente un experto, con el tiempo buscará a otro mejor que tú.
Sea como sea, la cuestión es que si no pones en valor tu trabajo, nunca podrás ser un experto. Como cobrarás poco a tus clientes, necesitarás todas las horas del día para atenderles si quieres que te quede un salario digno a fin de mes. No tendrás tiempo para capacitarte, así que tu evolución será más lenta. Aprenderás solo a base de malas experiencias, con el método de ensayo y error. Seguramente abandones antes de dominar completamente tu oficio.
¿Cómo puedes convertirte en un experto para aumentar el valor de tu trabajo?
Si tienes poca experiencia, no puedes dar un golpe sobre la mesa y decir que eres un experto y mereces cobrar como tal.
Debes seguir un progreso que te ayude a mejorar lo suficiente para poder considerarte un experto.
Ojo, ser experto no significa saberlo todo, simplemente se trata de tener un conocimiento suficiente sobre un tema que te permita solucionar los problemas de tus clientes.
Puedes ser un experto en reparación de motores de corriente continua, por ejemplo. Puede ser un campo muy concreto, el único requisito es que exista una demanda suficiente para poder vivir de él.
Para capacitarte en un tema, tienes dos opciones:
- Seguir una formación reglada
- Buscar formación específica bajo demanda
La primera opción sirve cuando no conoces prácticamente nada sobre un tema. Necesitas una base general de conocimientos, con un temario que abarque todos los aspectos importantes.
El principal inconveniente de la formación reglada es que suele llevar bastante tiempo. Por ejemplo, estudiar una ingeniería puede llevarte entre tres y diez años, sobre todo si la compaginas con un trabajo.
Aunque cada vez hay más opciones online, lo habitual es que este tipo de formación sea presencial, y puede requerir desplazamientos, incluso cambiar de lugar de residencia.
En el caso de formarte bajo demanda, aprenderás mucho en menos tiempo, por dos motivos:
- Solo estudias los conocimientos que necesitas en cada momento
- Estás más motivado, porque conoces la finalidad de ese esfuerzo. Tienes claro por qué estás estudiando y para qué sirve
Este tipo de formación es más accesible que nunca. Hace no demasiados años, en muchos casos sólo podías formarte en un tema específico leyendo libros. Aunque existía la formación específica, ésta se encontraba enfocada a campos muy concretos.
Actualmente, gracias a las nuevas tecnologías, puedes acceder a cursos (presenciales y online), videotutoriales, blogs, revistas especializadas, podcasts, libros y ebooks, infografías, casos de éxito documentados, etc.
La información es cada vez más accesible, y es fácil encontrar personas, empresas y centros de formación que ofrezcan la información que necesitas, aunque estén en otros países.
El camino más rápido y seguro para convertirte en un experto es, como en casi todo, una combinación de ambos sistemas, es decir iniciarte con una formación reglada que te proporcione una base suficiente para empezar a ejercer en el oficio que buscas, y a la vez te prepare para seguir con la formación específica, que irás seleccionando según tus necesidades.
La formación reglada es cada vez más cara, y la específica más barata
Asistimos a un cambio de era, donde la formación reglada está perdiendo apoyo, tanto económico como político. Vemos cómo se reducen las becas y se extienden los préstamos universitarios, que condenan a los estudiantes a deudas que les impiden evolucionar, porque deben trabajar mucho sin posibilidad de seguir formándose hasta pagar al banco. Eso les obliga a buscar un empleo rápido que puede estar mal remunerado y dejarles sin tiempo libre, quedando en muchos casos atrapados en una lucha contra las deudas.
Por el contrario, muchos tipos de formación específica son muy accesibles. Cualquiera puede comprar un libro, por ejemplo. Incluso puede tomarlo prestado en una biblioteca. Se trata de buscar la información que necesitas.
Quizás te cuesta entender y asimilar la información escrita, y necesitas ver cómo se hace lo que quieres aprender. Existen los vídeocursos, con los que aprendes más en menos tiempo. También hay cursos a distancia tutorizados, donde una persona real te supervisa para que no pierdas la motivación y resolver tus dudas.
Hay opciones adaptadas a cualquier necesidad. Solo hay que buscarlas.
Para mí, los libros son herramientas muy poderosas. Puedes aprender un montón de cosas que podrás aplicar en tu trabajo, y además son muy económicos, más aún si están en formato digital. Solamente con poder aplicar uno de los conocimientos aprendidos, su precio estará amortizado. Todo lo demás es un regalo.
Intento leer al menos un libro al mes, no solo técnicos, sino relacionados con otros aspectos de la empresa, como marketing, gestión, etc. También estoy suscrito a decenas de blogs que publican contenido muy interesante. En algunos adquiero conocimientos, y con otros estoy al día de novedades. Hace algunos años compraba hasta cinco revistas técnicas cada mes. Con el tiempo las he sustituido por los blogs, más directos y concretos (y también baratos).
Todavía hay muchas personas que rechazan este tipo de formación porque no pueden acreditar los conocimientos adquiridos. No te dan un título por haber aprendido a cambiar la rueda del coche en YouTube. Al final, vamos dejando este tipo de recursos para temas no profesionales.
Tengo una noticia para ti: la titulitis ha muerto.
Cuando me llama un nuevo cliente, no me hace una entrevista pidiéndome todos mis títulos y certificados, ni mi curriculum.
Tiene un problema y alguien le ha dicho que yo puedo resolverlo. Así de sencillo.
Cuando reparo su máquina, se asegura de guardar mi número de teléfono en un lugar visible, porque sabe que me volverá a llamar.
Puedes pensar que esto solo funciona cuando eres freelance, pero no sirve en una entrevista de trabajo.
En realidad ocurre lo contrario. La persona encargada de seleccionarte, debe asegurarse de que eres el más adecuado para hacer ese trabajo, exactamente igual que un cliente. Si eres capaz de demostrárselo, el empleo será tuyo.
Puedes usar las mismas técnicas, como las recomendaciones de otras personas que han trabajado contigo. También puedes elaborar un curriculum como si fuese el catálogo de servicios de una empresa, incluso con fotografías de trabajos que has realizado.
En fin, tú también puedes tener poderes mágicos, para llegar con tu varita y reparar esa máquina que tiene tan preocupado a tu cliente.
Solo debes decidir qué necesitas aprender, y buscar la información.
¿Qué crees que necesitas aprender? Deja tu comentario más abajo.
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Domingo dice
Muy buenos comentarios Eugenio.
Lamentablemente existe un tercer caso con los clientes, el cual he vivido durante mi carrera.
Me considero muy buen tecnico, y siempre he desarrollado muy bien mi trabajo, sin tener ninguna queja de los clientes, exepto que era caro. Al final, realmente hay un porcentaje muy grande de averis chorras, solucionables por cualquera minimamente instruido.
Por lo tanto los clientes terminan llamando primero al barato que le cobra 15€ la hora. Y si este no lo soluciona ( y demos gracias si no empeora la averia), posteriormente te llaman a ti.
Es lamentable, pero es la triste realidad que he vivido.
Un saludo.
carlos dice
Buenos dias; gracias por compartir sus conocimientos y experiencia con nosotros, soy electricista industrial pero nunca trabajé en mantenimiento de linea de producción y me gustaría aprender.. Espero me puedas recomendar algún artículo o me pases un link donde hables sobre el tema si es posible. Muchas gracias de nuevo.
Eugenio Nieto dice
Creo que mi libro “Mantenimiento industrial práctico” te podría servir.
Saludos
Arturo dice
Excelente motivacion para nosotros los tenico que nos esforsamos cada dia para hacer las cosas bien.
Eugenio Nieto dice
La motivación siempre arriba, que para desmotivarnos ya están las máquinas 🙂
Saludos
luis alvarez dice
Hola profesor.. para que fecha esta prevista el curso online?
Eugenio Nieto dice
Todavía me falta un poco para saber la fecha concreta, así que iré informando en la newsletter
Paco j. dice
Hola me gustaría ver un articulo sobre compensación de reactiva con tiristores para tener una idea fundamental de cual o cuales son los principios de funcionamiento de estos nuevos elementos electrónicos. Un saludo
Eugenio Nieto dice
Hola Paco.
En la serie de artículos dedicados a las fuentes de alimentación conmutadas, tengo previsto publicar algo sobre ello. Espero tenerlo listo en un par de semanas.
Un saludo.
Serafin dice
Buenos días Eugenio
Muy interesante tú iniciativa. Interesante y útil. Esta sociedad se construye colaborando y das buen ejemplo. Soy un técnico que se dedica a la formación en mi empresa y compartir el conocimiento es bueno para todos.
Creo que los técnicos y la formación profesional en su conjunto no está valorada, y en parte es por la poca organización que hay como colectivo.
En fin, lo dicho
Gracias
JESUS dice
Hola Eugenio.
Es muy sierto lo que comentas de los clientes.
pero uno tiene la forma de convenserlos ¡ como ¡ realisando un buen trabajo
Recueda que un cliente agradecido te recominda otro y sumando esto teda una buena
cartera
Eugenio Nieto dice
Tienes razón, Jesús.
La mejor forma de poner en valor tu trabajo es que los clientes acudan a ti gracias a las buenas referencias.
Carlos Alberto Miranda dice
Ante todo Feliz Cumple Eugenio, Tenés razón sobre los clientes que no valoran el esfuerzo de estudiar, investigar, te cuento que tengo 51 años y hace 3 años que me largué solo, anteriormente trabajé en distintos empleos metalúrgicos aportando conocimientos de electrónica para automatizaciones pequeñas y comprando revistas y libros para volcarlos a mis distintos empleadores, actualmente hago mantenimiento y he desarollado distintas máquinas en las empresas de mis anteriores empleadores, fué y es difícil porque aún me ven como un “EMPLEADO CARO”.
Actualmente estoy tratando de mantenerme con más firmeza en redactar los presupuestos, seguramente perderé algunos.
Te cuento una experiencia cuando reparé una interfaz de una máquina punzonadora CNC, retiré la placa para llevarla a mi casa taller para repararla, cuando veo una pista del cicuito impreso quemada y una pata del relé fundida, la reparación solo llevó dos horas, ya que casualmente tenía para reemplazar ese relé dañado.
Confeccioné la hoja de reparación y al presentarla al encargado para que ponga la firma de conformidad, este pidió más detalles de la mano de obra por que decía que solamente por “soldar un cable” no podía cobrar los 600 pesos que figuraba en la planilla.
Confeccioné una nueva planilla y detallé el siguiente trabajo: SOLDAR CIRCUITO IMPRESO Y RELÉ :$0.50
SABER DIAGNOSTICAR Y DONDE SOLDAR :$599 CON 50 CENTAVOS
Les cuento que este encargado lo tuve anteriormente cuando fuí empleado. Pasó un largo tiempo sin que me llamaran y actualmente solamente le hago reparaciones puntuales.
Espero les sirva mi experiencia, Saludos .
Carlos Alberto Miranda
Eugenio Nieto dice
Hola Carlos Alberto. Muchas gracias.
Lamentablemente, hay muchos clientes así.
Prefieren perder dinero con las máquinas paradas, antes que creer que han pagado de más a un profesional.
En el caso que comentas, no se piensa en que para justificar mejor tu factura, te podrías haber llevado la placa y haberla devuelto al día siguiente, cobrando el doble y habiendo perdido un día completo de producción.
Ese encargado es de los que acabará pagando a alguien que justifique su falta de profesionalidad con buenas palabras.
Las empresas no solo cierran por la crisis, también pierden dinero si hacen las cosas mal.
Un saludo.
Juan Carlos dice
Felicidades, Eugenio !!!
Próximamente nos veremos por Écija, Te aviso con tiempo.
Un Abrazo.
Eugenio Nieto dice
Muchas gracias Juan Carlos.
Por aquí estaremos.
Un abrazo!!
antonio villa arana dice
Los artículos que he leido son muy buenos, aunque no me dedico directamente a esta rama, me apasionan y sigo disfrutando de tus publicaciones, muchas gracias. Y por supuesto una felicitación por tu cumpleaños. sALUDOS
Eugenio Nieto dice
Muchas gracias Antonio.
Un saludo.
Jorge dice
Compre el libro de Mantenimiento industrial práctico y es muy recomendable y útil tenerlo, ya sea para aprender cosas sobre este campo para la gente no las sepa y si ya conoces cosas sobre el mantenimiento industrial es mas que bueno como libro de consulta, para refrescar conocimientos, etc.
Eugenio Nieto dice
Muchas gracias, Jorge.
Se dice mucho últimamente, pero es una gran verdad: la actitud es lo más importante para ser un buen profesional. De nada sirve tener conocimientos si nos conformamos y no buscamos la forma de aprender cosas nuevas.
Un abrazo!
Jorge dice
Eugenio gracias por todos tus posts, aunque parezca mentira, es cierto que con toda la información que tenemos a nuestro alcance, si somos capaces de asimilarla y tenemos inquietudes, todos los días aprenderemos algo nuevo.