[Publicado el 22/08/2017]
Fidestec.com cumple 5 años.
Aunque todo había empezado mucho antes.
Este artículo es muy especial, porque revelo algunos datos que no había compartido antes.
No solo quiero contarte mi historia, sino inspirarte para que puedas mejorar la tuya.
Fidestec es un proyecto lleno de pequeños éxitos y pequeños fracasos, como cualquier empresa.
Normalmente solo vemos el éxito de las empresas que han conseguido cierta fama, y restamos importancia a los malos momentos.
Acabamos pensando que han tenido suerte, que estaban en el momento correcto en el lugar correcto, o que tenían mucho dinero para invertir.
Pero lo cierto es que cualquier proyecto se compone, principalmente, de decisiones.
Qué hacer, qué no hacer, cuándo y cómo hacerlo o no hacerlo, es lo que realmente nos aleja o acerca a los resultados que esperamos.
Emprender es asumir la responsabilidad de las decisiones que tomamos.
Por eso pocos nos atrevemos a hacerlo.
Yo mismo siempre he tenido miedo de emprender, aunque inconscientemente nunca he dejado de hacerlo.
La diferencia está en los riesgos asumidos.
Hacer un pequeño trabajo en tu tiempo libre es emprender, igual que vender todo lo que tienes para crear un proyecto desde la nada.
Si aciertas, los resultados serán distintos, y si fallas, lógicamente también.
Una aplicación lo cambió todo
Hace casi diez años, decidí crear una aplicación para gestionar talleres de mantenimiento.
Había creado varias aplicaciones en varias empresas en las que había trabajado en temas relacionados con la reparación, el mantenimiento, y la calidad.
Pero cada una estaba personalizada, y no servía para otro tipo de empresa.
La idea era crear una solución para todo tipo de pequeñas y medianas empresas.
Como no tenía dinero, decidí invertir tiempo.
Así que fui creando la aplicación en mis pocos ratos libres.
Eso sí, dediqué mucho tiempo a planificarla, porque sabía que si empezaba de cualquier forma tendría que estar “parcheando” permanentemente.
La idea era adaptarme al funcionamiento de un taller, para facilitar realmente el trabajo.
Solo eso, ya era algo relativamente nuevo, porque la mayoría de aplicaciones de gestión estaban pensadas desde el lado del programador, y eran los usuarios quienes debían aprender y adaptar su forma de trabajar.
Solo es útil para los demás, si primero ha sido útil para mí
Tras cinco años programando en mis ratos libres, y usando la aplicación para gestionar mis propios trabajos de reparación y mantenimiento, decidí por fin publicarla con el nombre de FidesGeM.
Sabía que era difícil, pero ingenuamente, tenía la esperanza de que fuera un “pelotazo”.
Creía en mi producto, era una aplicación realmente buena.
Pero tenía que conseguir que los futuros usuarios también lo creyeran.
Eso fue lo difícil.
El lanzamiento que no fue un lanzamiento
No tenía capital para invertir, y además tenía que pagar una hipoteca todos los meses, por lo que no podía pagar a nadie para acelerar el lanzamiento.
Así que decidí optar por el marketing de contenidos, que consiste en publicar contenido de valor gratuito para atraer visitas a través de internet.
Hablaba de lo que a mí me hubiera gustado leer cuando empezaba a reparar.
También de mi visión sobre cómo organizar un taller, desde un punto de vista lógico y poco académico, que yo mismo había aplicado donde había trabajado.
Aunque era muy divertido, no conseguí que llegaran las ventas.
Fue mucho después, tras mucho trabajo y esfuerzo, cuando llegó el primer pago por una licencia de FidesGeM.
Menos mal que no lo arriesgué todo, porque hubiese tenido que abandonar antes de que llegaran los resultados.
Aunque ahora FidesGeM es ya un producto que funciona, no supe “venderlo” en su momento.
La ventaja es que me sirvió para arrancar, y para darme cuenta de que no debía confiar solo en un producto.
Así que fui abriendo nuevos caminos que acabarían reforzando el proyecto.
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No solo hay que aprender, también hay que reaprender
Crear un proyecto online es mucho más complicado que en el mundo físico, sobre todo si no tienes a nadie con experiencia para ayudarte.
No conocía este tema, ni a nadie, ni los procesos, ni las herramientas, así que tuve que formarme mucho, en casi todo.
Los primeros artículos que fui escribiendo en el blog apenas recibían visitas.
Sabía que sería así.
Pero no era agradable dedicar mucho tiempo a algo sin estar seguro de si estaba construyendo un negocio o perdiendo el tiempo.
Los primeros comentarios de apoyo y agradecimiento me ayudaron a continuar.
Poco a poco las visitas iban aumentando, así como los comentarios y difusión en las redes sociales.
Eso me iba animando, y aunque no sabía hasta donde llegaría, sabía que no estaba perdiendo el tiempo.
A menudo me preguntaba si mi motivación eran las pequeñas victorias, o solamente mi ego bien disimulado.
Más importante que lo que sé, es lo que he aprendido de vosotros
Lo que más me ayudó fue escuchar las opiniones y comentarios que me ibais enviando.
Gracias a ellos fui viendo que podía aprovechar mi conocimiento y experiencia para ayudaros, a través de los productos y cursos que he ido creando.
Mi opinión no importa mucho si no coincide con la vuestra.
Sois vosotros los que me decís cuáles son vuestras preocupaciones y los obstáculos que os encontráis en este mundillo de la reparación.
Así, casi de forma lógica, voy encontrando nuevas formas de ayudaros.
Tu trabajo no sirve de nada si no sabes venderlo
Fidestec es una empresa, y necesita financiarse para poder seguir funcionando y creciendo.
Por eso tuve que buscar el equilibrio entre ofrecer información de alto valor gratuita, y contenidos de pago que generasen suficientes ingresos para mantener la empresa.
Ha sido un proceso lento, por lo que he tenido que compaginar mi tiempo entre:
- Crear contenidos (blog, cursos, libros…)
- Reparaciones a clientes
- Formarme
Para poder crear y publicar con un mínimo de profesionalidad, tuve que formarme en un montón de temas (programación HTML, CSS, diseño gráfico, marketing online, WordPress, grabación y edición de vídeo, herramientas específicas…).
Pero lo más difícil para mí fue aprender a “vender”.
He tenido que formarme en marketing, que era uno de mis puntos débiles.
Y aunque la palabra marketing parece muy concreta, en internet abarca un montón de campos (email marketing, marketing de contenidos, inbound marketing, copywriting, storytelling, SEO…).
Es un mundo apasionante, cuando solo tienes que dedicarte a él.
Mi problema es que la única parte visible del proyecto es lo que se publica, y como solo una parte de lo publicado genera ingresos, te puedes imaginar que económicamente resulta difícil.
Es imprescindible vender, para cualquier empresa.
De hecho, es lo más importante.
Incluso las organizaciones benéficas deben conseguir ingresos para mantenerse en funcionamiento.
No me importa hablar de este tema, aunque algunos consideran tabú explicar cómo se financian.
Incluso he recibido emails llamándome estafador.
Más de una vez.
Todavía quedan personas ingenuas que creen que en internet todo es gratis.
Hay una frase buenísima, aunque no recuerdo su autor, que lo aclara completamente:
“Si no ves claramente cuál es el producto, es que el producto eres tú”.
La suerte es un efecto, no una causa
Si llevas tiempo siguiéndome conocerás el resto de la historia.
Llevo cuatro libros publicados, que han sido best seller de Amazon varias veces (en su categoría, que tampoco pretendo competir con Harry Potter).
También dos cursos online en los que hay inscritos más de doscientos alumnos.
FidesGeM ya está siendo usada en cinco países.
Se puede decir que Fidestec es una multinacional, con clientes en España, casi toda Latinoamérica, varios países europeos, USA, Canadá, Noruega, Japón, Marruecos, y algún otro país que se me olvida.
Además, las visitas al blog no dejan de crecer, con más de 150 artículos publicados, 2 millones de páginas vistas, 3000 comentarios, 14000 suscriptores, 9000 seguidores en redes sociales, 1000 libros vendidos…
Son cifras mareantes, con las que ni siquiera soñaba cuando escribí mi primer artículo.
Puede parecer que he tenido suerte, pero en realidad no son resultados superiores a las de algunos “famosillos” que están online sin aportar ningún valor a sus seguidores.
Todo es fruto de un trabajo constante, y aunque hay semanas en las que estoy “desaparecido”, y otras me veas hasta en la sopa, nunca tiro la toalla.
Si algún día me ves tomando un mojito en una playa paradisíaca, no creas que me ha tocado la lotería (nunca apuesto ni participo en juegos de azar), será después de haber “sembrado y regado muchas semillas”.
Seguiré trabajando en lo que me pedís
El hecho de cumplir cinco años es una gran excusa para planificar dónde quiero estar dentro de otros cinco.
Hay una gran frase que repite Laura Ribas, que dice que sobrevaloramos lo que podemos hacer en un año, y menospreciamos lo que podemos conseguir en diez.
No puedo estar más de acuerdo.
Así que si tengo que pedir un deseo de aniversario, será que dentro de cinco años Fidestec sea un referente hispanohablante en la formación sobre el diagnóstico de averías.
No pretendo competir con la formación reglada, pero sí creo que puedo aportar un buen complemento, entrando en los temas que las escuelas dejan fuera.
Y como digo que la suerte no es una causa sino una consecuencia, voy a trabajar duro para conseguirlo.
Tu ayuda será imprescindible, con tus opiniones, sugerencias, compartiendo en tus redes sociales…
Esta comunidad está creciendo exponencialmente, así que tenemos que irnos preparando para algo muy grande.
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Tú también puedes tener el trabajo de tus sueños
Desde que empecé a reparar, he ido analizando mucho cada uno de los trabajos que he tenido.
Cada situación tiene sus ventajas e inconvenientes.
Incluso dos personas pueden tener visiones muy distintas de un mismo trabajo.
Por eso hay que analizar cuáles son nuestros gustos, prioridades y valores morales.
Para mí, la libertad es un valor muy importante.
Nunca he aguantado más de tres años trabajando por cuenta ajena.
Sin embargo, desde que creé Fidestec, cada vez me gusta más mi trabajo.
Tengo clientes desde hace más de diez años, y la relación es buenísima.
Creo que el motivo es que me apasionan los retos y las situaciones distintas.
No me veo trabajando en una cadena de producción.
Ya lo he hecho, y me resultaba deprimente.
Ahora trabajo desde casa, y puedo hacerlo desde cualquier parte, como ahora mismo, que estoy escribiendo de pie, en mi portátil, y sin conexión a internet, desde un piso de veraneo en la costa catalana.
Esto tiene sus inconvenientes, porque no es fácil concentrarse en un lugar distinto, con ruidos e interrupciones constantes.
Pero en general, prefiero esto mil veces, antes que volver a adaptar mi vida y mi tiempo a los rígidos horarios de una empresa “tradicional”.
No quiero decirte con esto que tú debas hacer lo mismo que yo.
Solamente me gustaría que te animes a marcarte metas ambiciosas, que pienses dónde quieres estar dentro de cinco años, y de diez.
Piensa en cómo será tu vida, con quién la compartirás, y cómo te sentirás.
Traza un plan para conseguir tus metas.
Si no lo ves claro, al menos piensa en acciones que te acerquen a esos resultados.
Divide un proyecto en pequeñas acciones, tan pequeñas y fáciles que no puedas rechazarlas.
Y recuerda que lo más importante para empezar es dar el primer paso.
Espero recibir tu email dentro de cinco años contándome cómo lo has conseguido.
Gracias por estar aquí, y por querer evolucionar junto a mí.
Eugenio
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Aquileo Sabogal Echeverry dice
Hola Eugenio.
Felicidades por el quinto cumpleaños de tu “sueño cumplido”… por ahora. Soy uno de los que cree que el Todopoderoso nos da un “empujoncito”, no para arrancar, sino para mantener o aumentar la velocidad. Deseo que el “empujoncito” aumente exponencialmente.
Gracias por poner todo tu conocimiento a hacer cada vez mas grande este mundo. Realmente es motivador encontrar gente humilde como tú, que uno de los propósitos en la vida sea servir de ayuda a los demás. Enhorabuena y que Dios te bendiga.
Cordial saludo.
Aquileo S. E.
Josue Suarez dice
Me alegra que hayas logrado tanto en estos 5 años,has sido perseverante y tienes que seguir con lo que mas te gusta hacer.
Un abrazo desde Medellin,Colombia
Henry Cruz dice
Felicidades Eugenio por el esfuerzo y empeño que has puesto en estos cinco años, espero aprender mucho más de tu conocimiento y ayudarme a cumplir la meta de ser uno de los mejores en Mantenimiento, desde El Salvador en Centro América te deseo muchas Bendiciones y que DIOS pueda anclar la sabiduría y humildad que has mostrado.
HJCruz
William E.Garcia Martinez dice
Felicidades, Eugenio por tu trabajo.
Sigo tu blog, desde El Salvador,CentroAmerica Muy buenos artículos.
Saludos
Gorka Gomendiourrutia dice
Felicidades Eugenio.
Siempre dando un poco de luz a mis penumbras.
Luis Agustín Bauer dice
Querido Eugenio:
En primer lugar debo felicitarte por la increíble tarea que realizas; el de soportarnos con las consultas, con lo poco, mucho o nada de conocimientos, sobre los diferentes temas, realmente pondero el aguante en el transcurso estos eternos cinco años cumplidos al frente de esta honorable tarea de enseñar, por esta vía. Un abrazo grande en la distancia y que tu resistencia se conserve intacta en el tiempo. Atte: Luis
Julian Valls Guerrero dice
Desde que te conoci has sido una inspiración, amigo Eugenio. No solo he aprendido mucho en tu blog y con tus libros y cursos sobre temas técnicos también sobre como enfocarme en un mundo y una manera de hacer las cosas que para mi forma de ser y vivir es la mejor.
En cierta manera todo esto tuyo me ha recordado cuando empece a hacer ingenieria electronica por la UNED con 38 años “donde vas con esa edad?” “de donde sacas el tiempo?” etc 😀 en ese momento aun me motivaban más…hoy mucha de esa gente me anima a seguir y cada dia veo más cerca mi sueño.
Espero poder leerte muchisimos años mas!
Fernando dice
Felicidades, Eugenio por tu trabajo en estos cinco años. Sigo tu blog, en mis pocos ratos libres….
Es una fuente de inspiración tanto tus palabras , como tus conocimientos técnicos.
Saludos
Gerardo N. dice
Muy buen articulo felicidades, incluso es motivador, yo me encuentro en esa disyuntiva de empezar hacer algo por mi cuenta, aunque la reparación no es mi fuerte, creo que seria el camino para dejar de trabajar para una empresa, y entonces tomarle el gusto, dejar mi zona se de confort y arriesgarme.
Saludos desde La ciudad de México.
Teo López dice
Hola Eugenio, me parece una historia apasionante y real. La verdad es que pienso que llegas a la gente por tu forma de comunicar que es diferente a lo dado en la enseñanza tradicional en este tipo de materias. Te doy la enhorabuena por esos cinco años y por lo que has conseguido. A mi personalmente me has enseñado muchas cosas. No puedo aprender muchas veces más contenidos tuyos porque no dispongo de tiempo material pero en cada artículo que he podido leer siempre he aprendido algo nuevo.
Saludos y sigue así.