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¿Quieres ser un experto bien pagado?
Para ser un experto hace falta mucha experiencia.
No me lo digas, ya lo sé. No dispones de tanto tiempo, quieres ser un buen técnico lo antes posible.
Las empresas quieren trabajadores que desarrollen su trabajo desde el primer día.
No quieren, o no pueden permitirse, formar a nuevos técnicos desde cero.
Se supone que para eso están las escuelas.
Sin embargo, el sistema educativo tradicional se ha centrado en el sector productivo, en diseñar y fabricar.
Pero si cada día hay más electrónica a nuestro alrededor, alguien tendrá que repararla.
Está claro que en muchos casos es más rentable sustituir que reparar.
Cuando se rompe la correa de mi reloj, lo tiro y compro otro.
Es un reloj barato. Si le doy un golpe y se rompe no me preocupa especialmente, aunque intento cuidarlo por respeto al medio ambiente.
Pero hay placas electrónicas que cuestan miles de euros, o que ni siquiera se fabrican, por lo que no queda otra opción que intentar repararlas.
Y si no se puede, el coste será grandísimo.
Por eso hay que ser capaz de resolver la mayor parte de averías, para que las placas caras no se queden sin reparar.
Además, también hay que ser rápido y fiable, es decir eficaz, para poder reparar placas electrónicas que no son tan caras.
En estos casos, si necesitas muchas horas para reparar una placa, o no queda del todo bien y debes repetir la intervención, la reparación dejará de ser rentable.
Un buen técnico no tiene por qué repararlo todo en muy poco tiempo.
La verdad es que no conozco a nadie que repare el 100% de las averías, salvo que trabaje con equipos muy sencillos.
Pero cuando la mayoría de averías se quedan a medias, la motivación se pierde y aparece una sensación de agobio.
La autoestima se reduce, y creemos que quizás no servimos para esto.
Nos sucede a todos, en mayor o menor medida.
Si realmente te apasiona tu trabajo, te molesta no ser capaz de resolver una avería.
Puede que incluso pierdas el sueño, o entres en una situación de estrés que podría llegar a afectar a tu salud.
Más todavía si tienes a un jefe o cliente presionando para que termines lo antes posible.
Por eso hay pocos técnicos que se dediquen a la reparación.
Si tardas mucho tiempo en ser eficaz, lo más normal es que abandones.
Sucede constantemente. De hecho, la mayoría de técnicos que reparaban televisores hace veinte años, ya no se dedican a ello.
Hay oficios menos complicados, donde la formación no es tan importante, y es más fácil obtener buenos resultados.
Cambiar de sector supone un alivio para ellos. Es como mudarte cuando no aguantas a un vecino.
En cierto modo es una rendición, pero te permite descansar y centrarte en temas más agradables.
Sin embargo, hay soluciones menos drásticas.
Hay que analizar las causas del problema.
Quizás lo único que te separa de ser un técnico eficaz es tu falta de experiencia, por no haber desarrollado un método de diagnóstico válido.
Abandonar el oficio significa deshechar todo el conocimiento que tanto te ha costado adquirir.
Quizás solo necesitas un poco de ayuda para superar esa barrera, y todo pasará a ser más sencillo.
Podrías estar desperdiciando una oportunidad por no haber avanzado lo suficiente.
Merece la pena reflexionar sobre ello.
Si realmente te apasiona la reparación, no huyas al primer fracaso.
Valora el esfuerzo necesario y los resultados que puedes conseguir.
Al fin y al cabo, la sensación de devolver a la vida a una máquina averiada compensa muchos de los esfuerzos.
Reflexiona sobre ello, y deja tu comentario más abajo.
No olvides compartir este artículo con quien creas que pueda servirle.
En el próximo te cuento ideas y soluciones para convertirte en un técnico eficaz sin tener que hacerte viejo en el intento.
No te lo pierdas.
Pedro dice
Cuando hablamos de la reparación de una placa electrónica, esta no sabe de si su precio en el mercado es alto o bajo. Podemos encontrar averías sencillas y/o difíciles, tanto en placas caras como en placas baratas.
Nunca debe considerarse una pérdida de tiempo, el invertir tiempo en reparar una placa barata, porque la realidad es que estás invirtiendo tu tiempo en conocer un circuito electrónico, que pertenece a una placa barata? de acuerdo; pero como circuito electrónico, nada impide que te lo puedas encontrar en una placa cara, el día de mañana, y has de ser capaz de reconocerlo y repararlo igualmente. Por lo que ese tiempo que “perdiste” en aquella placa barata, se convierte en inversión cuando te lo vuelves a encontrar ahora en una placa cara. Porque aquellas horas que “perdistes” te sirvieron para hacerte a él, para conocerlo, para saber como funciona y para saber como repararlo.
La profesión de técnico reparador es compleja, pero muy, muy gratificante.
Pienso que existen mil maneras de mejorar y todas llevan su tiempo. Sin duda la mejor, tener a un buen profesional al lado tuyo que te enseñe y ayude. Pero a medida que te vas convirtiendo tú, en ese tipo de profesional, las posibilidades de que te lleven de la mano menguan y entonces te tienes que espabilar por ti solito. Llegados a ese punto del camino, el tiempo que dedicas en una reparación, no debería de ser importante.
Lo que te diferencia de otros técnicos es tu capacidad resolutiva y tu capacidad resolutiva es directamente proporcional a tu formación y experiencia e inversamente proporcional al tiempo, pues tanto la experiencia como la formación implican tiempo.
Ese tiempo dependerá del punto en el camino en que te encuentres, a mejor técnico eres, curiosamente más tiempo has de dedicar a aprender.
Ahora te dejo yo a ti una reflexión, Eugenio….
Acaso ahora que te dedicas a la formación, no tienes que invertir más tiempo tú en formarte? No has aprendido tú más en estos últimos años, que en los anteriores?
Eugenio Nieto dice
Interesante todo lo que cuentas.
Efectivamente, no siempre hay que tener en cuenta únicamente el aspecto económico para descartar una reparación.
A mí me encanta recibir “averías raras” porque aprendo muchísimo.
El problema es que no hay demasiado tiempo disponible, y las facturas llegan sin esperar a que todo esté reparado y cobrado.
Por eso no se puede dedicar todo el tiempo que deberíamos en averías “rentables solo en conocimiento”.
A mí me cuesta mucho decir que no puedo reparar algo, siempre tengo ese gusanillo de aceptar el reto, pero cada vez tengo más trabajo y menos tiempo, así que voy haciendo un ejercicio de autocontrol para decir que no.
Por el contrario, recomiendo a todo el que esté empezando y tenga más tiempo disponible, que intente repararlo todo, para aprender rápidamente, y ser cada vez más eficaz.
Con cada avería aprendemos algo que nos será útil en el futuro, aunque se trate de placas totalmente distintas.
También debo decir que es cierto que al enseñar a otros, uno mismo aprende mucho más, y más rápido, y a la vez obliga a investigar mucho, porque aunque sepa cómo funciona algo, quizás me cueste explicarlo, y debo buscar otras definiciones hasta poder usar mi propio lenguaje y evitar que queden dudas, dentro de lo posible.
Saludos Pedro
marco daniel dice
hola Eugenio ,quien no ha tenido esa sensación de sentirse no capaz de arreglar nada y con la próxima avería solucionada volver a sentirte “dios” .
Pero esta montaña rusa de sube y baja hay que saber llevarla e intentar aprender de los errores y sacar provecho a lo desconocido para que la próxima vez que nos encontremos con algo igual o perecido por lo menos sepamos lo que tenemos en nuestras manos.
Saludos
Eduardo Frassetto dice
Totalmente de acuerdo, y además al principio aparece el agobio de “no sirvo para esto”, pero aun estamos . . . . cuesta aprender que los errores son los mejores maestros.
Saludos desde Argentina
Eugenio Nieto dice
Exacto. Los errores son muy útiles si nos sirven para aprender.
Saludos Eduardo
Eugenio Nieto dice
Estoy de acuerdo, no hay que dejar de pisar el suelo por reparar las averías complicadas, ni tampoco dejarse llevar por el desánimo cuando las cosas se ponen complicadas.
Saludos
julio alberto gonzalez tenjo dice
todo lo antes mencionado lo he experimentado, hasta la alegria de haber sorteado los problemas de una reparacion dificil .mi gran error al comienzo era no buscar ayuda creia que solo lo podia lograr, a veces por pena ,creyendo que se podrian burlar por que de pronto era una solucion facil u obvia a una persona mas preparada que yo. gracias por todo lo que aporta , siempre espero sus conocimientos atentamente. gracias nuevamente
Eugenio Nieto dice
Reparar sin pedir ayuda es bueno para aprender más.
Tener ayuda sirve para ir más rápido, y también se aprende.
Lo mejor es empezar uno solo, y cuando las cosas se ponen difíciles pedir algo de ayuda.
No importa que sea algo sencillo, porque a veces no vemos algo evidente, y otro punto de vista es suficiente para desatascarnos.
Así se consiguen los mejores resultados.
Tan malo es no pedir ayuda nunca, como dejar que sea otro el que piense por nosotros.
Saludos