Recibo muchas consultas de personas que quieren dedicarse a la reparación de electrónica y maquinaria industrial.
Una de sus mayores preocupaciones es cómo entrar en contacto con este mundillo.
A veces nunca han trabajado en el sector industrial, y no saben por dónde empezar.
Te voy a contar brevemente mi caso, porque creo que es la mejor forma de conseguir grandes oportunidades laborales.
Realmente no es difícil acabar trabajando con un gran fabricante, y tú también puedes hacerlo si quieres.
Y si no es tu caso y ya tienes el trabajo que quieres, quizás te acuerdes de algún amigo al que puedan servir estos consejos.
Yo tampoco tenía ni idea
A veces pensamos que una persona tiene un buen trabajo porque ha estudiado para eso.
Pero si te paras a pensarlo, no hay escuelas ni universidades que te ofrezcan un título de “colaborador técnico de grandes fabricantes de maquinaria europeos”.
En realidad todo se basa en avanzar en la dirección de lo que te gusta, y estar atento a las oportunidades.
Actualmente colaboro de forma habitual con un par de fabricantes de maquinaria.
Podría contactar con muchísimos más, y ahora te contaré cómo podría hacerlo por si quieres intentarlo tú.
Pero primero te voy a decir por qué no lo hago.
No quiero que pienses que te cuento historias muy bonitas para que me compres un libro o un curso, y luego todo es mucho más difícil de lo que parecía.
La verdad es que estoy diciendo a todos mis clientes que me llamen lo menos posible, porque mi objetivo es dedicarme a la formación a tiempo completo.
Sin embargo, no me atrevo a decirles que no me llamen más, no por mí, sino por ellos.
Me gusta ser agradecido con quienes me han abierto puertas, y no quiero dejar tirado a nadie mientras pueda echar una mano.
Y aunque ya lo he dicho muchas veces, es totalmente cierto que en España faltan técnicos que quieran reparar maquinaria industrial.
Por eso los fabricantes necesitan tener a técnicos disponibles para atender a sus clientes.
Primero repara, y conoce a la máquina
La historia empieza con un cliente que me llama para ver si puedo reparar una máquina.
Es una máquina que no he visto antes, no tengo ni idea de cómo funciona.
Necesito dedicar tiempo a ver cómo funciona, qué componentes tiene, qué secuencia sigue…
La primera reparación suele ser lenta e incómoda.
Pero el cliente no me presiona.
Si no se la reparo yo, tendrá que llamar al fabricante o al distribuidor, que tardará varios días en venir, y además le costará un dineral.
Es muy habitual que el técnico del fabricante esté a quinientos o mil kilómetros de la avería.
Y si está cerca, suele tener una ruta más o menos organizada, por lo que posiblemente diga que no pasará por la zona hasta dentro de unos días.
Es la ventaja de hacer trabajos que no hace mucha gente, si se tratase de un PC o un teléfono, sería muy distinto.
La cuestión es que poco a poco voy investigando y conociendo la máquina, hasta que localizo la avería.
Ahora me suele llevar poco tiempo, porque ya estoy habituado a reparar máquinas similares, pero al principio no era tan fácil.
He tenido que llamar muchas veces al fabricante de una máquina
La verdad es que cuando hablas con técnicos de fabricantes o distribuidores suelen ayudar bastante.
Para ellos no es muy rentable ni cómodo tener que enviar a un técnico desde mil kilómetros.
Normalmente su negocio principal consiste en vender muchas máquinas nuevas, y las reparaciones son un servicio complementario.
Otra situación es una avería durante el período de garantía, cuando el fabricante debe asumir todos los gastos.
Le costará muy caro enviar a un técnico, por lo que preferirá que lo repares tú, y pagarte a ti o hacer alguna compensación al cliente.
Así que lo habitual es que con una llamada telefónica te den bastante información para localizar la avería.
Cuando por fin la máquina está reparada, el cliente está contento porque ha evitado muchos gastos, tanto en la reparación como en pérdidas de producción.
Tú estás contento porque has “vencido a la máquina”, y además ya la conoces un poco mejor, para la próxima vez.
Con el tiempo, el cliente te llamará más veces, y cada vez tardarás menos tiempo.
Los fabricantes o distribuidores irán dándose cuenta de que “alguien” está solucionando muchos problemas, porque solo les llaman para solicitar información o pedir piezas de repuesto.
Así puede ocurrir que en algún momento necesiten a un técnico en tu zona, y se acuerden de ti.
Así me ha ocurrido en varias ocasiones.
Parece que se necesita mucha suerte, pero no es tan complicado.
En realidad es pura lógica.
Ponte en el lugar del fabricante
Has vendido una máquina y se ha averiado al poco tiempo.
El cliente está enfadado, porque ha pagado mucho dinero por una máquina que ya no funciona.
Necesitas solucionarlo rápidamente, para demostrar que realmente te preocupas por tu cliente.
Puedes enviar a un técnico, aunque eso hará que debas perder una buena parte de tus beneficios de la venta.
Puede que incluso acabes perdiendo dinero.
Además, para que un técnico se desplace debe aplazar otras tareas que tenía planeadas.
Si hubiese algún técnico en la zona que pudiese ir a ver la máquina, aunque solo fuese para que el cliente sepa que estás actuando…
Haces memoria y recuerda que has hablado varias veces con un técnico que ha reparado varias veces una máquina muy similar.
Quizás pueda acudir, y si hace falta puedes hablar con él cuando esté junto a la máquina.
Puedes asesorarle telefónicamente, y si necesita piezas de repuesto enviárselas en 24 horas.
Será más económico que enviar a un técnico, y sobre todo más rápido, que es lo que más importa para dar el mejor servicio posible a tu cliente.
Si además todo sale bien, podrás contar con él más veces, y este tipo de situaciones dejarán de preocuparte.
Hay formas más fáciles de hacerlo
Lo que te cuento es muy parecido a lo que me ha ocurrido con varios fabricantes, no me lo invento.
Lo importante es que tengas cierta experiencia con las máquinas, para ser capaz de reparar otras similares si es necesario.
En realidad yo nunca he buscado a los fabricantes, sino que me han encontrado ellos a mí.
Pero ahora te voy a contar otra historia que me ha ocurrido esta misma semana, para que veas hasta donde se puede llegar.
Aunque no daré nombres (no nombro a clientes si no me han dado permiso primero), te diré que he estado en Hostelco, la feria de la hostelería que se ha celebrado en Barcelona.
No tenía pensado ir, pero justo me encontraba por allí cerca, y tenía que entregar unas piezas a un cliente.
Precisamente es uno de estos fabricantes-distribuidores con los que empecé a colaborar de forma muy parecida a la que te he contado.
La cuestión es que él estaba en la feria, y quedamos allí.
Cuando entré en el recinto, vi varias máquinas que me resultaron muy familiares.
De hecho, me sorprendió ver que había cuatro o cinco stands de marcas que he reparado varias veces, y prácticamente solo recorrí un pasillo.
Me llamó la atención una máquina que he reparado muchas veces, porque no está pensada para la cantidad de horas que trabaja, así que hay que cuidarla para que siga funcionando después de más de diez años.
Pues resulta que estaba hablando con mi cliente y al pasar por delante de ese stand le dije que conocía muy bien esa máquina.
El mundo es muy pequeño, y todo el mundo se conoce dentro del sector.
Así que buscó al dueño de la empresa que fabrica esa máquina, y además resultó que eran grandes amigos.
Estuvimos charlando unos minutos, y ¡sorpresa! me contó que también tiene mucha dificultad para encontrar a técnicos que quieran reparar máquinas.
Mostró mucho interés en mantener el contacto, porque tiene muchas máquinas instaladas por mi zona.
Una situación muy similar a la de los otros fabricantes con los que ya trabajo.
Si consigues resultados sin buscarlos, imagina si te esfuerzas
Como no tenía mucho tiempo para quedarme a visitar la feria, no hablé con nadie más ese día.
Creo que no estuve ni una hora, y me perdí la enorme cantidad de stands con famosos chefs ofreciendo degustaciones de productos espectaculares.
Es decir que aunque solamente hablé con dos personas, surgieron oportunidades reales de negocio, así que no puedo estar más satisfecho con mi corta visita.
¿Te imaginas que hubiese visitado a todos los fabricantes ofreciendo mis servicios?
Con un buen elevator pitch y unas cuantas tarjetas podría haber iniciado algunas colaboraciones con varios fabricantes y distribuidores.
Todo en un solo día.
Quizás te parezca un poco prepotente, pero en realidad es fácil.
Piensa que en las ferias es muy fácil encontrar a los directivos de las empresas, o al menos personal con capacidad de tomar decisiones.
Es mucho mejor que ir dejando curriculums o tarjetas por las fábricas.
La ecuación es muy sencilla:
- Hay una necesidad real de técnicos que reparen las máquinas
- Para los fabricantes es interesante contar con colaboradores donde están instaladas sus máquinas
- El servicio para el cliente es más eficaz
- Es más económico, rápido y provoca menos molestias que estar desplazando técnicos
Y aún hay más
Igual que los fabricantes de las máquinas de tus clientes pueden acabar siendo también tus clientes, los clientes de los fabricantes también pueden acabar siendo tus clientes.
Aunque parezca un trabalenguas, piénsalo detenidamente.
Los fabricantes no encuentran técnicos que reparen sus máquinas, pero además sus clientes tienen el mismo problema.
Cuando llegas a una fábrica para reparar una máquina, es fácil que te digan que tienen otras similares y no encuentran a nadie que les de servicio.
Ahí puedes hacer brillar tu sonrisa y dejarles tu tarjeta, para tener otro cliente fiel.
Esto no es tan fácil en algunos sectores, porque los fabricantes pueden no ver con buenos ojos que trates con sus clientes directamente, y pierdan el control sobre sus máquinas, pero en la mayoría de los casos no hay problema, porque todos salen ganando.
Incluso aunque el tema se complicase, siempre puedes establecer unas reglas del juego, de modo que las reparaciones de sus máquinas se las factures a ellos, o buscar otras soluciones.
Hay ciertas normas básicas a tener en cuenta, aunque son muy lógicas.
Por ejemplo, si un fabricante me envía a reparar una máquina, para su cliente yo soy “el técnico del fabricante”, por lo que debo tener en cuenta que actúo en nombre del fabricante.
Para mí es fácil, porque siempre intento dar el mejor servicio a ambas partes.
Al fin y al cabo, los dos son mis clientes.
En definitiva:
- El fabricante da mejor servicio y ahorra molestias
- El cliente obtiene una solución más rápida
- El técnico consigue dos clientes, el fabricante de la máquina y el cliente que la ha comprado
Estos son los mejores negocios, porque las tres partes salen ganando.
Pero yo no quiero tener clientes, quiero trabajar para una empresa
Quizás tú no estés buscando clientes, y lo único que quieres es encontrar una buena empresa que te contrate para su plantilla.
Pues sigue leyendo, porque este sistema te puede servir igual.
Lo importante es que empieces a reparar máquinas.
Quizás tienes a un amigo, que tiene una máquina, que tiene averías, que tiene a un técnico que cada vez viene menos porque tiene mucho trabajo…
La cuestión es buscar máquinas que reparar donde puedas dedicar algo de tiempo a conocerlas.
Puedes incluso ofrecerte a reparar máquinas que están arrinconadas porque nadie ha intentado repararlas antes, o no han dedicado mucho esfuerzo, o simplemente quien lo ha intentado tenía pocos conocimientos.
Es muy fácil si dices que no cobrarás nada si no consigues repararlas.
No es trabajar gratis, sino hacer una inversión en formación.
Piensa que te están dejando una máquina sin saber si la vas a dejar peor, y eso también hay que valorarlo.
El “cliente” no tiene nada que perder.
Si cobras es porque la has reparado, y si no la reparas no le costará nada.
Y tú tampoco pierdes, porque unas veces se gana, y otras se aprende.
No importa mucho cómo lo hagas, tendrás que valorar tu situación y la de tu entorno.
La cuestión es que domines una marca, o un tipo concreto de máquinas.
A partir de ahí, busca a fabricantes que necesiten técnicos, y ofrécete para trabajar para ellos.
Tu mejor curriculum será decir que ya conoces sus máquinas porque llevas tiempo reparándolas.
Para ellos serás una apuesta segura, porque puedes reparar desde el primer día, una vez firmado el contrato.
Van a ahorrarse mucho tiempo y dinero en formación, y quizás eso te ayude en tu carrera dentro de la empresa.
Si quieres diferenciarte del resto de candidatos a un puesto de trabajo, no creo que haya mejor manera.
¿Se te ha ocurrido alguna idea?
Estoy seguro que mientras me leías has recordado alguna anécdota, o te ha surgido alguna idea de cómo podrías prepararte para colaborar con algún fabricante.
Cuéntamelo en los comentarios.
Incluso es posible que puedas aportar algo para inspirar a otros lectores a encontrar el trabajo que desean.
En estos tiempos, cualquier idea puede ser muy valiosa para alguien, si le ayuda a mejorar su trabajo.
Espero tu historia aquí debajo.
Miguel dice
Me ha gustado mucho el artículo, disfruté leyéndolo. Cuando regrese a España, mi idea es esa, la de reparar máquinas…
Asier Mendioroz dice
Hola:
Interesante tema.
La directiva de máquinas (R.D.1644/2008) no es especialmente clara respecto a lo que es una modificación sustancial de una máquina que implique que la máquina modificada deba considerarse como una nueva máquina y someterse a una nueva evaluación de la conformidad.
No obstante en caso de modificaciones de máquina, no contempladas por el fabricante, que impliquen un cambio de función y/o prestaciones de la máquina, aparición de nuevos riesgos no contemplados en la evaluación de riesgos del fabricante, etc. que puedan dar lugar a accidentes dificimente el fabricante original asumirá las posibles consecuencias.
Mucho ojo con las “mejoras” de máquinas, sin el visto bueno del fabricante que en ocasiones implican la pérdida de la certificación.
Saludos
Felipe Ulloa dice
Sr eugenio es muy edificante, lo que menciona, gracia por sus experiencias que nos ayudan a tener una esperanza, aliento de vida. En un mensaje anterior que le envié por correo. Me gusta su lenguaje sin rodeos, osea al grano. aunque no he podido hacer ningun curso.
Eugenio Nieto dice
Muchas gracias Felipe.
Saludos
Domingo Dminguez dice
Eugenio:
Todo lo que has comentado es correcto y cierto.
Pero en la reparacion industrial entra tambien, y sobre todo ultimamente una serie de circustancias que debemos tener claras.
Dependiendo de la maquina y sus homologaciones……
-La maquina no la puede tocar un tecnico no autorizado por escrito por el fabricante, de otro modo cualquier modificacion o manipulacion en ella por parte de terceros exime al fabricante de accidentes laborales y garantias de la maquina y queda culpable penalmente el tecnico que realizo la intervencion.
Asi mismo el mero hecho de la sustitucion de un componente, ya sea mecanico,electrico o electrenico por otro de diferente marca altera la homologacion de la maquina.
Esto parece una chorrada, pero legalmente es asi. Yo personalmente he tenido que realizar varios cursos de fabricantes para poder estar homologado y reparar MIS MAQUINAS.
Por otro lado para pasar al mundo industrial, debe quedar claro que domiamos muy bien, extremadamente bien, la parte basica. Que somos pacientes y conscientes de lo que estamos haciendo. Un error nuestro en una maquina industrial, puede suponer desde una averia muy costosa a , en el peor de los casos un accidente laboral.
El hecho de que las reparaciones industriales sean mucho mas caras que las “domesticas” no es simplemente porque tengas mas conocimientos (que tambien), sino porque sigues una serie de normas y pautas en el trabajo.
Eugenio Nieto dice
Me parece una gran reflexión, Domingo.
Hay que tener cuidado con lo que tocamos, y mejor empezar por máquinas de bajo riesgo.
En unos sectores esto no es tan importante, si se trata de máquinas sencillas que supongan pocos riesgos de accidentes.
Normalmente, el fabricante indica en los manuales las tareas básicas, y lo que se puede desmontar y manipular con normalidad.
Si la máquina está en garantía, siempre hay que dirigirse al fabricante para que solucione el problema, o si acordamos hacer la intervención nosotros, seguir sus instrucciones para evitar situaciones molestas.
Cuando se trata de máquinas con mayores riesgos, y un error por nuestra parte puede traer consecuencias graves, es mejor evitar problemas y no tocarlas.
Alguna vez he tenido que testificar en un tribunal, afortunadamente no eran motivos que me afectasen directamente, pero sí es cierto que en estos casos todos intentan responsabilizar a otro, y si el técnico no ha sido precavido puede acabar “pringado”, aunque no fuese realmente el responsable de los daños.
Este tema da para otro artículo, así que tomo nota.
Saludos